El director James A. Castillo llegó al festival de Tribeca con un cortometraje animado que se basa en las famosas pinturas negras de Goya. Se titula "El Fantasma de la Quinta" y es un corto de terror que ya tuvo su estreno mundial en el famoso festival en Nueva York.
Este corto, que dura 17 minutos, es una "narrativa gótica" que se centra en el tiempo que el pintor español vivió en la Quinta del Sordo, una casona en las afueras de Madrid que Goya llenó de murales oscuros como "Saturno devorando a su hijo", "Duelo a garrotazos" o "El aquelarre".
En el corto, la que cuenta la historia es la misma Quinta del Sordo, y la voz es de una mujer, específicamente la actriz Maribel Verdú.
"Es una historia de fantasmas, en la cual, en lugar de que el protagonista llegue a una casa que está encantada o está embrujada, está perfectamente bien y es el inquilino que llega el que está embrujado o el que atrae consigo todos estos fantasmas", dice el director James A. Castillo en una entrevista con EFE.
Al principio del corto, la casa le agradece al pintor por convertir una simple morada de campo en un "palacio" con los paisajes que él pintó en las paredes. Pero luego, la casa se lamenta por haberse convertido en el "mausoleo" del artista y por haber conocido todos los "monstruos" que el artista trajo con sus pinceles.
Castillo cuenta que no aparecen todas las pinturas negras en el corto, pero que intentó mostrar las distintas facetas del artista. "Por ejemplo, aunque en las pinturas negras de Goya no hay ningún toro, nos parecía que para el momento climático de la historia era importante tener algo que simbolizase esa España fagocitada por ella misma, al borde del colapso del Imperio español", señala Castillo.
El corto también explora la salud mental de un Goya ya anciano, con problemas de salud y viudo, que se dedicaba a pintar obras tenebrosas en las paredes de su casa. "Cuando ves (las pinturas negras) por el tipo de trazo, por la fuerza que tienen, sabes que es un acto casi violento. Me cuesta mucho creer que no las pintó en uno estado anímico muy comprometido", comenta Castillo, quien quedó impactado la primera vez que vio 'Saturno devorando a su hijo' a los diez años en el museo del Prado.
Este joven director defiende que todas las generaciones tienen derecho a "revisitar" los iconos culturales con los que han crecido. "Nos pareció interesante no tanto celebrar la figura de Goya desde una perspectiva como de orgullo patrio, sino más bien cómo vamos a intentar acceder hacia al personaje de Francisco, más que Goya, desde una perspectiva de inteligencia emocional, donde su vulnerabilidad y su sensibilidad es realmente como el lugar del que sale el genio de Goya", añade.
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