La industria de los dramas en Corea del Sur tá pasando por un lío bacano y complicado. Según Bae Dae Sic, el secretario de la Asociación de Producciones de Drama de Corea, los productores están pasando trabajo con los costos que suben como la espuma y la alta demanda de actores y tecnología.
La vaina es que hacer un drama ahora cuesta un tro, porque hay que pagar por subcontrataciones y crear contenido original. En 2021, como 17 dramas se subieron a plataformas como Netflix, pero en 2022, eso se disparó a más de 120 producciones. Pero no todas dieron el brinco a las plataformas internacionales, ya que Netflix se queda con los derechos exclusivos y eso limita el dinero que los productores locales pueden hacer.
Un ejemplo de eso es "El Juego del Calamar", que costó más de 25 mil millones de wones. Bae Dae Sic dijo: "La primera temporada tuvo éxito, pero los altos costos de producción y el aumento de salarios de los actores han creado una crisis en el sector". La presión por mejorar la tecnología está llevando a los productores a enfrentarse a un lío de costos bien grande.
En Asia, Corea del Sur está metiendo mano en el mercado de dramas, superando a Japón y China en popularidad, pero eso también trae sus limitaciones. Aunque el interés internacional es grande, los dramas coreanos todavía tienen que complacer al público de allá pa' ser exitosos. Los productores muchas veces tienen que usar los mismos actores conocidos pa' atraer a la audiencia global.
Producciones como "El Legado", "El Monstruo de la Vieja Seúl", "The Penthouse", "Mi Adorable Demonio", "Mi Nombre" y "La Reina de las Lágrimas" son ejemplos de cómo la están pegando internacionalmente.
Yu Hyeongjin, vicepresidente de Imaginus, dice que hay que expandir las series coreanas por todo el mundo. Las plataformas como Netflix han sido clave, pero se llevan los derechos de reproducción, limitando las ganancias pa' los productores.
La mayoría de los dramas se hacen pensando en el público global, pero el proceso es difícil por la falta de colaboraciones con otros países y las barreras del idioma. En una entrevista con Diario Libre, Oh Hyunju de la Agencia de Contenido Creativo de Corea (KOCCA) dijo que, a pesar de todo, "en Corea del Sur hemos conseguido una grandísima inversión en cuanto a los contenidos de los K-Dramas. Esto ha influido en el mejoramiento de la historia, de la trama, de la producción de las imágenes y del proceso de grabación de las obras en sí, lo que ha repercutido en una mejor calidad de las producciones, pero, sobre todo, también ha ayudado a que podamos abarcar muchos más temas".
Hacer un K-Drama cuesta pila de dinero. Los gastos se van en actores, sets, vestuarios, efectos especiales y promociones. Muchas veces también hay escenas de acción que requieren tecnología avanzada y, a veces, hasta tienen que viajar a otros países, lo que le sube el presupuesto al proyecto.
En abril de 2023, gente de Netflix se reunió con el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, en Washington. Después de esa junta, Netflix dijo que van a invertir 2,500 millones de dólares en "series, películas y contenido no guionizado coreano en los próximos cuatro años". Ted Sarandos, de Netflix, dijo: "Netflix tiene gran confianza en que la industria creativa coreana continuará contando grandes historias. El entretenimiento coreano está ahora en el corazón del espíritu cultural global".
Los dramas coreanos están siendo vistos por el 60% de los usuarios de Netflix, y eso es una señal de que la cosa va bien, pero también hay un lío con los costos. Los actores famosos pueden ganar hasta 50 millones de wones por capítulo, y eso obliga a repensar el presupuesto, donde el 30% se va en pagar a los actores.
Bae Dae Sic lo dijo claro: "La industria de los K-Dramas está en un momento crítico, donde la crisis de producción y el aumento de costos amenazan su futuro". A pesar de eso, el potencial creativo en Corea del Sur sigue siendo fuerte. La clave estará en encontrar un balance entre la demanda global y los costos de producción, y en usar las plataformas digitales pa' que los dramas lleguen más lejos y generen más dinero.
Oh Hyunju también dice que es vital seguir expandiendo el mercado internacional y que las productoras locales deben trabajar juntas con otras de otros países. Así se puede aprender de los demás y seguir creciendo la audiencia global. Además, cuando se hace una historia internacional, se tienen en cuenta los aspectos culturales del lugar, y se adaptan las historias para que conecten mejor con la gente de allá.
En Latinoamérica, los K-Dramas la están pegando. El éxito del K-Pop ayudó a abrir las puertas y la gente conecta con las historias porque comparten los mismos valores familiares. Esto ha hecho que más personas en la región se enganchen con las series coreanas.
Ver todo