La princesa Leonor ya terminó su entrenamiento naval y llegó este domingo a Marín, Pontevedra, en el barco Juan Sebastián Elcano.
Este fin de semana, la princesa Leonor cerró un capítulo importante de su formación militar al desembarcar en Marín después de seis meses en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano. Ahí terminó su crucero como guardiamarina junto con otros 75 compañeros. Al llegar, Leonor tuvo un pequeño resbalón bajando la pasarela, pero no pasó a mayores, en un día lleno de emociones por el reencuentro con su familia y la ceremonia de recepción.
El barco fue recibido con mucho entusiasmo en la ría de Pontevedra, con un montón de embarcaciones, incluyendo la lancha "Cristina" del Real Club Náutico de Sanxenxo. Ahí navegaba el rey emérito Juan Carlos I, aunque no estuvo presente en el acto oficial de bienvenida en Marín.
El capitán del barco, Luis Carreras-Presas do Campo, dijo que la llegada tenía un "significado especial" para toda la promoción. En el Muelle de Torpedos de la Escuela Naval Militar, los guardiamarinas saludaron al público desde la cubierta, mientras sonaba "Paquito el Chocolatero" y entonaban el himno de la Armada. Ni la niebla ni la llovizna pudieron empañar el recibimiento.
Este lunes, en un acto solemne en Santiago de Compostela, Leonor recibió la Medalla de Oro de Galicia, la condecoración más importante del Gobierno autonómico. La ceremonia, con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, se llevó a cabo en el pazo de Raxoi, donde la princesa dio un discurso emotivo con partes en gallego.
"Me he sentido una gallega más", dijo Leonor, recordando su tiempo en Marín y su experiencia en el Elcano y la fragata Blas de Lezo. "Mi vida en la ría de Pontevedra ha sido intensa y exigente, pero también pude disfrutar del buen ambiente en cada lugar que pisé. Y de la comida, sobre todo, en los furanchos", comentó con simpatía, refiriéndose a las tabernas tradicionales gallegas.
La princesa también recordó a los emigrantes gallegos que se fueron buscando un futuro mejor, especialmente durante sus paradas en América Latina: "Pensé en ellos al cruzar el canal de Panamá o al visitar Brasil y Uruguay, donde dejaron una huella profunda y fértil".
Además de la medalla autonómica, Leonor fue nombrada hija adoptiva del municipio de Marín en reconocimiento a su formación en la Escuela Naval Militar. En un acto sencillo en el Ayuntamiento, la alcaldesa María Ramallo le entregó el pergamino con el título y la medalla oficial del consistorio.
En el libro de honor municipal, la heredera escribió: "Para todos los que pasamos por la Escuela Naval Militar, Marín se convierte en nuestra casa. Nos acoge como vecinos y cuando nos vamos sabemos que nos espera siempre". Y añadió que recibir ese título "como hija adoptiva" intensifica aún más su vínculo con la villa: "Lo llevaré siempre con mucho orgullo", concluyó.
El Juan Sebastián de Elcano se quedará en Marín hasta el 17 de julio, como parte de los actos de jura de bandera y entrega de los reales despachos, que serán el martes 16. Luego, el Elcano zarpará hacia su puerto base en San Fernando (Cádiz), donde llegará el 21 de julio.
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