A sus 53 años, y ya con más de treinta años en el ruedo, Ana Bárbara, la dura de la música regional mexicana, es una figura que no puede faltar. Este sábado, la mexicana se va a subir al escenario del Orgullo Latino en Madrid Orgullo 2025, en plena plaza de España, convencida de que su voz es un "estandarte de libertad y amor", más allá de la música.
"Na’ e’ coincidencia", le cuenta a EFE en una entrevista. "Toy aquí, no por casualidad, sino porque este día se promueve y se pone en un aparador gigante, a nivel mundial, esa sensación de libertad, de ser y estar como tú quieres".
Ana Bárbara, nacida en Río Verde en 1971, es una figura clave en la música regional mexicana, conocida no solo por sus canciones llenas de sentimiento, sino también por su energía y presencia arrolladora cuando se presenta. Ha tenido éxitos como 'Lo busqué', 'Bandido' o 'La trampa', que la han hecho una de las voces más potentes del género y la han llevado a montarse en tarimas por México, Estados Unidos y Centroamérica.
"Cuando decides que tu voz sea una bandera, ya no solo cantas pa’ ti, sino pa’ promover la libertad -explica-, la libertad de ser mujer, de ser quien quieras ser en este mundo", dice emocionada por presentarse ante un público tan variado y vibrante en Madrid.
Aunque Madrid la recibe con los brazos abiertos, Altagracia Ugalde Motta -que es su nombre real- no pierde de vista los retos que enfrenta la comunidad latina, especialmente con los discursos picantes que se ven, como las medidas del presidente Donald Trump y las deportaciones de inmigrantes, en su mayoría latinos.
"Se ha polarizado mucho todo", comenta, porque en "esa distracción de querer demostrar una verdad, hay confusión". Por eso su música va de amor "profundo" y "real"; "el amor de una madre, el amor de pareja, no importa el género" porque "cuando hay amor real, no hay cabida para la oscuridad".
Ese amor está en su vida personal y también en su carrera artística. Más allá de la música, Ana Bárbara dice que proteger su intimidad y la de sus hijos es uno de los retos más grandes que tiene como figura pública.
"Una, como madre, tiene que trabajar en que tus hijos sean niños de luz, felices", admite. Y confiesa que le "cuesta muchísimo trabajo" y a veces se ha "desenfocado" de su música, lo que "tanto" ama, porque trajo a sus hijos a "este mundo para que vivan una experiencia hermosa".
Ana Bárbara está positiva sobre lo que viene para la música regional mexicana, convencida de que el género está en expansión. Esto la ha llevado a colaborar con nuevos talentos, como en 'Besos Robados', su último proyecto con la banda Yaritza y su Esencia, y con su hijo Emiliano.
"Cuando los escuché por primera vez, sentí la piel chinita y les dije directamente: 'Quiero trabajar con ustedes'", explica, porque para ella "vale la pena apoyar a jóvenes que tienen algo que contar cantando".
También advierte sobre la música que tira mensajes negativos, aunque ella sigue apostando por la luz porque "la mala música te lleva a un camino horrible". En cambio, "la música con amor te lleva a una vida mucho mejor".
Cuando le preguntan cómo quiere ser recordada, no duda: "Como una promotora del amor, una artista que escribió y contó historias, y que aportó algo para mi México y para el mundo. Canciones que te hagan liberarte, reír, llorar, pero siempre desde la parte más humana".
Hoy, Ana Bárbara convierte el Orgullo Latino de Madrid en un espacio de libertad y cariño, con la firme intención de compartir su mensaje de amor con todos los presentes y, "a través de la música", liberar "tensiones y almas".
"Si decides alimentar al lobo bueno, vas directo a la luz y te alejas de la oscuridad. Y eso lo vamos a vivir juntos en el 'Pride'", asegura.
El Orgullo Latino, que tendrá presentaciones de artistas internacionales y emergentes, además de shows de 'drag queens' latinas, es un evento que busca visibilizar a la comunidad latina LGTBI++ en España, que ha crecido mucho desde los 2000.
Las fiestas del Madrid Orgullo terminan este sábado con una gran manifestación reivindicativa, considerada la más importante de Europa y con mucha participación de gente de fuera.
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