La familia Espaillat por fin rompió el silencio después de que se cayera el techo del Jet Set el pasado 8 de abril, dejando muertos y heridos. Ellos dicen que no habían dicho nada por respeto al dolor de los demás y porque hay un proceso judicial andando, pero ahora quieren aclarar algunas cosas que andan diciendo por ahí.
Ellos dicen que Antonio Espaillat, el dueño del club, no estaba en el país cuando pasó el lío, estaba en una actividad internacional. Pero él se devolvió para la República el mismo día y desde entonces está colaborando con las autoridades.
"Se ha colaborado plenamente con la investigación", dice el comunicado. Explican que pidieron que se asegurara el lugar para mantener la evidencia, sugirieron que trajeran expertos internacionales para investigar y entregaron todos los papeles y documentos necesarios.
También dijeron que han ayudado a más de 40 personas que resultaron afectadas, sin buscar sonar la trompeta ni nada, solo porque es lo correcto. "Lo hicimos y lo seguiremos haciendo porque es lo correcto", dice el documento.
Todo esto pasa mientras las familias de las víctimas están pidiendo justicia y han puesto demandas por negligencia y por el lío del techo. La Fiscalía está viendo si el problema fue falta de mantenimiento.
La familia Espaillat dice que no están hablando para justificarse ni nada por el estilo, sino para contar su lado de la historia y pedir justicia sin prejuicios. "Reiteramos nuestro respeto y apoyo incondicional a las familias que sufren. Nuestra disposición a cooperar con las autoridades permanece intacta”, termina la carta.
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