Por la importancia cultural, la Fundación Cofradía está buscando que la Unesco declare esta tradición como patrimonio inmaterial. Desde temprano en la mañana, los cotuisanos y gente de otros lados se juntan al son de los palos, atabales y salves para participar en la procesión religiosa más antigua de América: la Cofradía del Espíritu Santo de Cotuí, que ya lleva 500 años. La gente lleva velones, santos, cuadros, pañuelos, y hasta botellas de alcohol pa' la procesión. Todos vestidos de blanco y rojo, con fe, peticiones, agradecimientos y hasta lamentos, se tiran a caminar más de 6 kilómetros.
Este año 2025 la procesión es el sábado 7 de junio, en el municipio de Cotuí, provincia Sánchez Ramírez. Arranca desde la calle Manuel Ant. Reyes en La Gallera, sigue por la Esquina calle Enriquillo pa'l barrio El Tamarindo, donde hay otra hermandad. Después bajan pa' la avenida 27 de Febrero rumbo al sector El Hato, doblando por la Hostos, María Trinidad Sánchez, Padre Billini, y vuelven a la calle Manuel Ant. Reyes.
Andy Castillo Rivas, un duro en cultura y director provincial del Ministerio de Cultura, le dijo a Diario Libre que la Cofradía se hace un sábado antes del Domingo de Pentecostés, pero eso depende del calendario cristiano. "Esta festividad tiene lugar 50 días después de la Pascua, y pone fin al periodo pascual. Se celebra tanto en la religión cristiana, como en la judía. Se tocan palos y atabales, se cantan salves y algunas poesías sueltas", explicó Andy.
Desde la mañana llegan los cofrades para preparar todo y que la procesión salga a las 2:00 de la tarde. Por su importancia, la Fundación Cofradía, que lleva Roldán Mármol, está trabajando pa' que la Unesco declare esta fiesta como patrimonio inmaterial.
La Cofradía no solo es una tradición oral, también está en libros como "Cotuí, villa, carnaval, cofradía y palos: un estudio etnohistórico" de José G. Guerrero; "Sánchez Ramírez, entre la riqueza y la pobreza" de Juan Ricardo Hernández Polanco y "La mejorada villa del Cotuy" de Francisco A. Rincón. En la música, Roldán Mármol estrenó la canción "Ya llegó" ft. Chago, un proyecto musical y audiovisual que resalta la tradición de Cotuí. "Ya llegó es una canción emblemática, que honra nuestras raíces, nuestra cultura y la identidad viva de Cotuí", dijo Roldán.
Aunque los jóvenes no son tantos como los adultos, Andy Castillo Rivas dice que se están metiendo en la música tocando palos y güira, aunque pocos se animan a cantar. Mucha gente lleva ofrendas o cumplen promesas. En el centro está la Palomita del Espíritu Santo, que un cofrade lleva con firmeza. Es de plata pura 925 y representa la paloma del Diluvio. Antes tenía tres estrellas de oro y ojos de diamante y rubí, pero ya no están.
Andy cuenta que la paloma se perdió 15 días y cuando el río bajó, la encontraron por el brillo de su ojo. "Con este encuentro, entonces los cofrades hicieron otra fiesta porque la Palomita pudo ser encontrada y pasaron una semana en fiesta celebrando ese glorioso encuentro", narró Andy.
La canasta donde va la paloma es de mimbre con tela blanca, representando su nido. Es un símbolo de paz. El profesor José Guerrero escribió un libro sobre la Cofradía y dice que conecta con la cultura africana y española.
Los cofrades organizan la celebración, que es fuerte tanto en la ciudad como en el campo, especialmente en El Hato, donde está la imagen del Espíritu Santo y el rey vive en La Gallera, donde guardan la paloma dorada. La paloma es vista como un vehículo del poder del Espíritu Santo, y dicen que "puede hacer milagros".
Durante la caminata, tocan palos y atabales, que son de troncos huecos con parche de res. El palo mayor y el 'adulón' suenan diferente, complementados por la güira. La fiesta termina en la enramada de un cofrade. Cotuí es tradición, y esta fiesta muestra su fuerte identidad cultural y religiosa, reflejada en su carnaval, música y fe.
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