Oye, mi gente, déjenme contarles lo que pasó este domingo en el concierto de Beyoncé, que fue una vaina bien bacana. La tipa volvió a romperla en su gira Cowboy Carter Tour, pero esta vez no estaba sola, ¿saben? La reina del pop compartió tarima con sus dos hijas, Blue Ivy y, por primera vez, la chiquita Rumi Carter.
La cosa fue en el SoFi Stadium de Inglewood, California, y eso duró más de tres horas, con un repertorio de más de 35 temazos. Uno de los momentos más heavy de la noche fue cuando cantaron "Protector", y Beyoncé salió con sus hijas al lado. Blue Ivy, que ya está acostumbrada a estar en escena, se lució como siempre bailando con toda la energía, pero la que se robó el show fue Rumi.
La chiquitita, que estaba vestida con un conjunto dorado y unas botas que brillaban, caminó agarradita de la mano de su mamá hasta el centro de la tarima, saludando al público con una sonrisa que derretía. La vaina se puso más tierna cuando, a mitad de la canción, la pequeñita abrazó a Beyoncé y eso fue que todo el mundo se puso a aplaudir como loco.
Rumi, que tiene siete años, siempre ha sido bien cuidada por sus padres famosos. A diferencia de Blue Ivy —que ya ha estado en varias giras y videos con su mamá—, los mellizos Rumi y Sir casi no se dejan ver en público. Por eso, su aparición en el inicio de la gira dejó a todos boquiabiertos y emocionados.
BEYONCÉ BLUE & RUMI ALL ON STAGE I AM WEEPING pic.twitter.com/CGNU3l3kFa
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