El toletero llegó a los entrenamientos de primavera sabiendo bien lo que tiene que hacer pa' subir su bateo. Si el sueño de Julio Rodríguez al final de su carrera es llegar a Cooperstown, no hay mejor cosa que recibir consejos diarios de alguien que ya tiene su placa ahí.
Edgar Martínez, el coach de bateo de los Marineros, ha hecho que el jardinero dominicano llegue a Peoria, Arizona, con la firme esperanza de que su bate vuelva a sonar como se espera.
Desde que empezaron los entrenamientos, Martínez ha convencido a Rodríguez de que debe hacer contacto más al medio y ser más fuerte cuando tenga dos strikes. Y es que los consejos de un bateador de .312 de por vida, tras 18 temporadas, no son cosa de juego.
"Simplemente quise tomar esos consejos y enfocarme en esas cosas", dijo Rodríguez cuando llegó ayer al campo de entrenamiento de Seattle.
En las últimas seis semanas de la temporada pasada, Rodríguez demostró que estaba volviendo, registrando un promedio ofensivo de .313/.364/.537 con seis dobles, nueve jonrones, 30 carreras empujadas, seis bases robadas y además consiguió tomar 14 bases por bolas.
Martínez opina
Ese desempeño es lo que mantiene a los Marineros positivos, esperando que Rodríguez venga dándole duro al bate en 2025.
"A favor de él, debo decir que él ha querido hacer algunos cambios. Básicamente cambiar su rutina, empezar a trabajar en cosas diferentes, y le ha funcionado", dijo el boricua Martínez, que valora mucho la actitud renovada que ha visto en J-Rod.
El patrullero de Loma de Cabrera terminó, según Statcast, con una velocidad de salida de su bate de 95 millas por hora o más en 59 de las últimas 115 pelotas con las que hizo contacto, confirmando que ya venía dándole más fuerte a la bola, actitud que busca seguir en 2025.
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