Oye, mi gente, escuchen este bochinche del barrio. El Cuarto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional decidió este miércoles cambiarle la medida de coerción a Ángel Lockward, el abogado metido en el lío del caso Calamar. Ya no está en arresto domiciliario. La decisión se tomó sin que el Ministerio Público, que estaba representado por la magistrada Rosalba García, ni los abogados ni los querellantes pusieran peros.
Hace un tiempo, en diciembre del 2024, el tribunal había aceptado que los querellantes, que eran clientes viejos de Lockward, se retiraran. Ellos le dijeron a la prensa que el abogado había hecho las cosas como manda el código de ética profesional.
Después de la audiencia, Lockward y sus abogados no le dieron ni una palabrita a los periodistas. Pero luego, el hombre se tiró un video donde dijo estar contentísimo con la decisión y que va a aprovechar para visitar a un hermano enfermo y estar con su familia.
El Ministerio Público acusa a Lockward Mella de haber aumentado su cuarto "de manera exorbitante" y que "para intentar ocultar este crecimiento económico recurrió a actividades propias del lavado de activos, tales como el traspaso de la propiedad de dos inmuebles ubicados en Villa Hermosa, La Romana, República Dominicana, simulando operaciones de compraventa de inmueble realizadas con el acusado Agustín Mejía Ávila, asalariado de la empresa Ángel Lockward & Asociados, S.R.L..."
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