Oye, en el barrio se está hablando de unos avances bacanos en la cirugía de implantes peneanos. La vaina es que hay dos tipos principales: las prótesis maleables y las hidráulicas o inflables. Resulta que esta cirugía ha mejorado pila en los últimos 15 a 20 años, y es una solución para esos tigueres con disfunción eréctil fuerte que ya probaron de todo, desde pastillas hasta inyecciones, y nada de nada.
El doctor Alejandro Carvajal, un urólogo andrólogo colombiano duro y vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Sexual, dice que ahora esta técnica quirúrgica se está haciendo más a menudo aquí en República Dominicana. Los médicos locales están aprendiendo esta tecnología para darle un break a los pacientes de vivir mejor.
El doctor explicó que estos implantes son como unos aparatos que se ponen en el pene para que se ponga duro. Hay dos tipos: las prótesis maleables, que mantienen el pene siempre en erección, aunque uno lo puede mover para hacer pipí, tener su meneo o para acomodarse bien la ropa. Y también están las prótesis hidráulicas o inflables, que son las más populares y se dividen en dos: de dos componentes y de tres componentes. Con estas, uno controla la vaina con una bomba en el escroto que pasa líquido de un lado a otro para que se ponga duro de manera más natural.
El doctor Carvajal resaltó que los más indicados para este procedimiento son los pacientes que han pasado por cirugías de cáncer de próstata o vejiga, y los diabéticos que no se cuidan, porque estas condiciones les afectan el pene. “La diabetes no solo afecta los riñones y la retina, sino también el pene, impidiendo que los pacientes recuperen la erección con tratamientos convencionales”, explicó.
Aunque estos implantes solo ayudan a que el pene se ponga duro, no mejoran ni la eyaculación, ni la fertilidad, ni la sensibilidad. Pero, eso sí, dejan que los hombres vuelvan a su vida sexual con más felicidad.
El doctor aclara que la cirugía "no es muy larga" ni invasiva, y que el tiempo de recuperación es como de cuatro semanas antes de que el paciente pueda volver a la acción. Estos dispositivos pueden durar más de 10 años, pero a veces hay que cambiarlos antes si se infectan, se mueven o se dañan.
El problema es que esta vaina cuesta mucho y no todo el mundo puede pagarla aquí en Dominicana. La doctora Katia García Fermín, que es la presidenta de la Sociedad Dominicana de Urología, dijo que los implantes no están cubiertos por el Plan Básico de Salud, así que las ARS no pagan por eso. El precio de los implantes pasa de los 1,800 dólares, y eso sin contar lo que hay que pagarles a los médicos, los materiales y el chequeo después de la cirugía.
“La sexualidad es parte fundamental de la salud integral de los hombres, tanto física como emocionalmente. Para tener un hombre productivo que le sirva a la sociedad, debe estar sano en todos los aspectos”, afirmó la doctora García Fermín, quien está luchando para que esta cirugía entre en el catálogo de la Sisalril.
Aunque las autoridades han hablado de meter este procedimiento en el plan de salud, la decisión depende de cómo se reparten los cuartos para los servicios médicos. La comunidad médica espera que pronto se reconozca la importancia de la salud sexual y que todos los hombres que lo necesiten puedan tener acceso a estos implantes sin problema.
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