En el Hospital de Verón, en La Altagracia, la cosa está floja desde que el Gobierno tiró las nuevas reglas pa' los inmigrantes desde el lunes 21 de abril. Solo 37 gente fueron atendidas, un número bien bajito pa' lo que se ve normalmente.
En la mañana, los doctores llegaron como siempre, pero la sala de espera estaba casi vacía. Dicen en el hospital que la mayoría de los pacientes eran haitianos sin papeles, y ahora no están viniendo.
La directora del hospital, la doctora Ivette Dib, dijo que el lunes casi no vinieron extranjeros a buscar atención médica, y de los pocos que llegaron, dos fueron reportados a Migración. "Realizamos los procedimientos correspondientes y fueron entregados a Migración", dijo ella.
Este martes, llegaron seis haitianos con sus papeles en orden. "Los que están legales reciben el servicio sin ningún inconveniente, tras ser verificados por Migración", aseguró Dib.
La doctora explicó que a los que no tienen papeles también se les atiende en emergencias. "Siempre vamos a brindar atención en situaciones de urgencia. Lo que no estamos obligados es a ofrecer consultas regulares si no cuentan con documentos", aclaró.
Sobre el protocolo, dijo que todo el que llega al hospital tiene que presentar su identificación. Si los papeles están bien, reciben atención médica sin problema. Dib recalcó que el proceso se ha llevado a cabo sin altercados, con respeto y conforme a lo establecido por las autoridades.
En cuanto al cobro, la directora dijo que solo se cobrará por los insumos y medicamentos usados. "No se cobrarán honorarios médicos. Si se usa una jeringuilla o un medicamento, eso es lo que se cobrará", dijo ella.
Dib también comentó que desde que las medidas se implementaron, han visto más pacientes dominicanos. "Antes se sentían desplazados por la cantidad de extranjeros que acudían al hospital. Ahora el panorama ha cambiado completamente", comentó.
El personal del hospital explicó que cuando llega un paciente extranjero, le piden su documentación. Los de seguridad son los que avisan a Migración. Si los documentos están bien, se atienden; si no, las autoridades migratorias se encargan de manera discreta y respetuosa, después de que se le da el servicio.
La doctora Michelle Montero Cairo valoró como positiva la medida migratoria. "Es importante regular este proceso para ofrecer un servicio más adecuado", opinó.
Como pediatra, ella está preocupada por la cantidad de mujeres embarazadas extranjeras que llegan sin seguimiento prenatal. "Esto representa un riesgo para la madre, el recién nacido y un gasto adicional para el sistema de salud", explicó.
Ruth Ester Mirador, una paciente dominicana, reconoció que antes sentía que los extranjeros tenían prioridad. "Ahora da pena ver esto tan vacío, pero la salud es un derecho humano. Las medidas deben aplicarse, pero no de forma tan radical", opinó.
El señor Santo Carmona cree que las acciones debieron tomarse antes. "Los insumos llegan calculados para la población local, pero con tantos inmigrantes es difícil cubrir la demanda. También el personal médico se ve sobrecargado", declaró.
Carmona afirmó que la saturación de los centros por parte de pacientes extranjeros afectaba directamente a la población dominicana, tanto en la disponibilidad de insumos como en la capacidad del personal para brindar una atención oportuna.
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