La clave de toa la vaina es "la tribu", así lo dice Axel Dumas, el jefe actual, que viene a ser la sexta generación de la familia. Todos los que están metidos en la casa francesa son parte de esa tribu.
Ahora, dime tú, ¿cómo es que una empresa que empezó con un don guarnicionero en el siglo XIX llega a ser uno de los duros del lujo en pleno siglo XXI? Y más heavy aún, ¿cómo han logrado que la familia siga al mando casi 190 años después?
Frédéric Laffont, que escribió el libro "La casa de los artesanos", dice que el truco del éxito es esa conexión al paso de los años entre la familia Hermès y sus empleados. To' el mundazo, sin excepción, es parte de "la tribu". "Han consolidado un sentimiento de pertenencia", dice Laffont en una entrevista con EFE, y menciona que Emile Hermès conocía a to' sus empleados por nombre, y ahora los grupos de trabajo no pasan de diez personas pa' que se mantenga esa cercanía.
Laffont también resalta que son gente discreta, que no andan en bulto ni exhibiéndose, y tienen un gusto increíble por hacer las cosas bien hechas. Los Hermès no son gente de estar en oficinas todo el día, ellos cogen sus herramientas y se ponen a construir y diseñar. "No son guarnicioneros, son artistas", dice el escritor.
El libro "La casa de los artesanos" no es sobre lujo, "no me gusta mucho esa palabra", dice el autor. Es más bien un texto sobre los cimientos de 24 Faubourg Saint-Honoré, que es la sede principal de Hermès, su base, su casa en todo el sentido de la palabra, donde reciben a sus clientes y los hacen sentir en familia.
Desde que en 1937 Thierry Hermès, un guarnicionero francés, demostró que sus arneses eran de lo mejor, la empresa empezó a crecer y diversificarse. Llegaron las carteras, los bolsos, los guantes, los pañuelos, la moda pa' hombres y mujeres, hasta el diseño de interiores de carros y decoración pa' la casa.
La empresa sigue creciendo a pesar de los problemas económicos de la pandemia, las dos Guerras Mundiales y el crack del 29 en Estados Unidos. Ese fue el único lío económico que casi los manda a la quiebra con Emile Hermès -tercera generación-. Pero se salvaron gracias a la innovación de la cremallera para bolsos y maletas.
"Siempre han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, pese a lo tumultuoso del trayecto", dice Laffont. Le abrieron las puertas pa' que escribiera un libro sobre la fortaleza de su estructura, paseándose por la historia de forma novelada pa' descubrir la "humanidad" que hay en ella.
Hermès, con 293 tiendas en 45 países, ha facturado 4.129 millones de euros en el primer trimestre de 2025, un 7.2 % más que en el mismo periodo de 2024, gracias a una subida de sus ventas en todo el mundo. Marlene Dietrich, Yves Montand o María Félix son parte de su larga lista de clientes. La princesa Grace Kelly y la cantante Jane Birkin renombraron dos versiones de uno de sus bolsos más solicitados, hoy con una larga lista de espera, y por eso, es el más deseado.
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