Oye, mira, te cuento lo que pasó en Villa Mella. La Defensa Civil confirmó que encontraron el cuerpo de la pequeñita Yuleidy Serrano Santana, que tenía cinco añitos. Eso fue el sábado, después de dos días de búsqueda. La pobre niña fue arrastrada por una cañada que se desbordó el jueves pasado en el Residencial Primaveral, un lugar bien humilde. Todo eso pasó cuando cayó un aguacero que convirtió las calles en ríos furiosos.
La chiquita desapareció en la tarde mientras jugaba frente a su casa, y los vecinos cuentan que de repente la corriente se la llevó y no hubo forma de pararla. La mamá, pobrecita, estaba en shock y no se movió del sitio durante toda la búsqueda. Con el corazón en la mano, los vecinos se quedaron ahí con ella, mojados y durmiendo de a ratos en sillas plásticas, esperando escuchar algo.
Desde la misma noche que Yuleidy desapareció, empezaron a buscarla. La Defensa Civil se puso en eso, con drones, perros entrenados, buzos y linternas, revisando cada rincón de la cañada y por ahí cerca. Se juntaron los bomberos, la gente del ayuntamiento y un montón de voluntarios del barrio, chequeando alcantarillas, arroyos y hasta entre la maleza.
Al final, encontraron el cuerpo en el arroyo Yaguasa, que estaba como a más de un kilómetro de donde la corriente se la llevó. La comunidad recibió la noticia llorando y rezando. El cuerpo lo entregaron al Inacif para los procesos legales.
No descansaron, más de 400 personas, entre brigadistas, bomberos, militares, voluntarios del barrio y gente de diferentes instituciones, se unieron para esa búsqueda. Buscaron a pie, en botes y hasta con drones por los lados del arroyo Yaguasa y las otras cañadas cercanas, cubriendo un área de más de dos kilómetros.
Usaron unidades caninas, buzos especializados y cámaras térmicas para meterse en las zonas más difíciles, entre el lodo, escombros y mucha vegetación. La Defensa Civil coordinó todo el operativo, con ayuda de la Cruz Roja Dominicana, la Policía Nacional y la Alcaldía de Santo Domingo Norte.
Los vecinos, la familia y la gente del barrio no se movieron del sitio desde el principio, algunos hasta se sumaron a la búsqueda con lo que tenían a mano, como palos y linternas. La mamá de Yuleidy, que estaba bien afectada, se quedó en vigilia todo el tiempo con los vecinos a su lado.
Dicen que la niña estaba jugando frente a su casa cuando de repente la crecida de la cañada la sorprendió, y en minutos se desbordó. La lluvia arrastró basura, ramas y objetos grandes, lo que hizo que buscarla fuera aún más difícil.
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