Hacen una misa en el Jet Set un mes después de la tragedia en la "zona cero"

La homilía estuvo fuerte contra el Gobierno y los dueños del colmadón

Corillo entero se juntó este jueves en los alrededores del colmadón Jet Set, un mes después del lío que cobró la vida de 233 personas el 8 de abril pasado. El padre Marino Alcántara, de la diócesis Padre Montesinos, tiró una misa con un corillo de gente, entre ellos familiares y panas de las víctimas. Antes de la misa, la alcaldía empezó a quitar los altares que estaban llenos de flores y velas.

A las 10:00 de la mañana, antes de arrancar con la misa, el cura se paró frente a la gente y tiró puya al Gobierno mientras recordaba a los que se fueron y el dolor que sienten los suyos. "No es fácil esta etapa de duelo y dolor en la que los familiares, amigos y dominicanos sufrimos este impacto", arrancó diciendo.

Habló del sufrimiento y cómo enfrentarlo. "El dolor de los hombres y mujeres es terrible. Hay que tener una fe profunda para poder asimilar la muerte de un familiar."

Sobre el desastre, no se guardó nada y le cayó arriba al Gobierno y los dueños del colmadón. "Fue una catástrofe que pudo haberse evitado, pero que sea la justicia de Dios que haga justicia y ponga cada cosa en su sitio", dijo ante la gente.

El padre Alcántara también dudó de los números que dio el Gobierno sobre los muertos. "Una tragedia en la que murieron no sabemos el número de personas, porque incluso en eso fueron irresponsables las autoridades", exclamó, y la gente ahí se alteró.

La misa en honor a los que se fueron la iba a dar el cura Rogelio Cruz, pero no pudo llegar. Aún así, mandó su mensaje, que se leyó durante la misa. "No se venden los ojos. Esa estructura antigua no soportaba todo el peso que tenía. Queremos justicia. Por una vez en la vida, justicia dominicana, únanse al pueblo, únanse al dolor. Andamos sin justicia, tanto en las ciudades, barrios y campos. Estamos huérfanos de justicia. No queremos excusas, simplemente la verdad. La verdad la están ocultando. El pueblo dominicano sangra una herida profunda. Es hora de que la justicia haga su deber", dijo uno de los curas en nombre de Rogelio Cruz.

Marino Alcántara, el padre que llevó la misa, también habló. En su mensaje, animó a la gente a buscar refugio en el amor de Jesucristo para enfrentar el dolor. Además, pidió al Gobierno algo: "Que este lugar se convierta en un sitio de oración" para que los familiares puedan ir a rezar y recordar a sus seres queridos.

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