El martes amaneció con un lío feo en la puerta en República Dominicana. Mientras la gente gozaba con el merengue de Rubby Pérez, el techo de la discoteca Jet Set, donde él estaba cantando, se vino abajo y dejó al menos 221 muertos.
En medio de toda la angustia, el dolor y la gente que no aparece, algunos encontraron esperanza. Es el caso de Gilberto Encarnación, que tiene a sus familiares recuperándose del lío en el Hospital Traumatológico Dr. Ney Arias Lora.
Él le explicó a Diario Libre que su hijo, Gilberto Antonio, ya está más mejorcito y están esperando que lo saquen de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para operarlo por las fracturas que tiene en la pierna y el brazo izquierdo.
La esposa de su hijo no se rompió nada, así que tal vez le den de alta este jueves.
Encarnación dijo que se siente muy triste, igual que todo el país, porque tantas familias perdieron a sus seres queridos. Pero para él, por lo menos, ha sido un alivio ver que los suyos se están recuperando de esta tragedia.
Comentó que no tiene muchos detalles de lo que pasó esa noche, pero él supone que Gilberto Antonio y su esposa estaban cerca de la puerta, por lo que pudieron ser de los primeros en ser rescatados.
Contó que vive en Las Matas de Farfán, en la provincia San Juan, y que le avisaron a las 3:30 de la madrugada del martes sobre lo que pasó. De una vez, arrancó para la zona del desastre, donde le dijeron que sus familiares estaban siendo atendidos en el hospital.
También dijo que su hijo no sabe lo grande que fue el lío en el que estuvo envuelto.
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