Los reyes de aquí, Felipe y Leti, felicitaron al papa León XIV después de la misa que marcó el inicio de su pontificado y le dijeron que quieren verlo pronto por estos lares en una visita oficial. Eso fue en la basílica de San Pedro después de la ceremonia, que estuvo bien solemne.
Felipe y Leti, junto a otros jefes de delegaciones internacionales que también fueron a la misa, aprovecharon para saludar al papa. En ese momento, el rey le pasó el mensaje en nombre de España y se pusieron a conversar un rato.
Desde Casa Real han dicho que los reyes "han transmitido a Su Santidad el Papa la felicitación y los mejores deseos en nombre del pueblo español, del Gobierno y de la Familia Real para un venturoso pontificado, y que esperan verle pronto por España". Felipe siempre ha dicho que confía en que este nuevo papa sea "una verdadera fuente de esperanza para la humanidad".
Como ya hicieron en el 2013, cuando eran príncipes y fue la misa de inicio de Francisco, Felipe y Leti volvieron a estar presentes. Esta vez, León XIV recibió el anillo del pescador y el palio, que son los símbolos de poder del papa.
Los reyes llegaron tempranito al Vaticano, a eso de las 9:45 de la mañana, para estar en un lugar privilegiado en la Plaza de San Pedro. La misa duró más de dos horas. Felipe andaba con su uniforme de gala del Ejército de Tierra, con el Toisón de Oro y la Gran Cruz de Carlos III, mientras que Leti iba de blanco, con mantilla incluida, gracias a un privilegio especial que tienen las reinas católicas, en vez del negro que llevan las demás invitadas.
Leti se veía elegante con su vestido largo, de cuello redondo y mangas largas, siendo una de las pocas reinas que pudo ir de blanco, junto a Charlene de Mónaco, Matilde de Bélgica y María Teresa de Luxemburgo. Esto es un gesto del Vaticano para las casas reales que siempre han sido fieles a la Iglesia católica.
Cuando llegaron, los reyes saludaron a otros representantes internacionales, como el presidente de Ucrania, Zelenski, los príncipes Alberto y Charlene de Mónaco, la reina Máxima de Holanda, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y la presidenta de Perú, Dina Boluarte.
Durante la misa, estaban bien cerquita del altar donde León XVI oficiaba, compartiendo espacio con las delegaciones de Emiratos Árabes y Liechtenstein, y cerca de los grandes duques de Luxemburgo y los príncipes de Mónaco. Todos se juntaron para una foto con los reyes en la embajada española en el Vaticano antes de la misa.
Después de todo, el ministro Félix Bolaños le deseó a León XIV "suerte y acierto al frente de la Iglesia" en X, y dijo que el Gobierno español quiere seguir con el diálogo y la cooperación que han tenido en estos años. Ya le mandaron una carta al Vaticano pidiendo una reunión entre León XIV y el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, además de invitarlo a España.
Después de la misa y de saludar al papa, los reyes se fueron de Roma, donde habían llegado el sábado por la tarde, y se regresaron a España.
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