Oye, mi gente, escuchen este chisme de los buenos. Resulta que el aluminio que usan en las vacunas pa' que defiendan mejor el cuerpo, ha sido parte de ellas desde tiempos inmemoriales.
Un corillo de tigueres en Dinamarca, bien aplicados en su vaina, se pusieron a revisar un tro de récords y llevaron a cabo el estudio más grande que se ha hecho en su país sobre las vacunas de los carajitos. Chequearon a más de un millón de muchachitos y no encontraron que las vacunas les den más chance de que les dé autismo, asma ni enfermedades autoinmunes.
"Nuestros resultados son alentadores. Al analizar datos de más de un millón de niños daneses, no encontramos ningún indicio de que la mínima cantidad de aluminio utilizada en el programa de vacunación infantil aumente el riesgo de 50 problemas de salud diferentes durante la infancia", dijo el pana Anders Hviid, que es el jefe del Statens Serum Institut (SSI) y el que más sabe de este estudio.
Desde los años 30, el aluminio ha estado ahí en algunas vacunas para darles un boost a nuestras defensas, y estos investigadores usaron los récords de salud daneses para seguir a los muchachos nacidos entre el '97 y el 2018, viendo si había conexión entre las vacunas con aluminio y 50 problemas de salud, incluyendo asma, alergias y líos neurológicos.
"Este es el primer estudio de esta escala y con análisis tan exhaustivos, y confirma el sólido perfil de seguridad de las vacunas que hemos utilizado durante décadas en Dinamarca", volvió a soltar Anders Hviid.
Todo esto sale justo cuando hay un lío mundial discutiendo si las vacunas son seguras, así que este estudio de los daneses viene como anillo al dedo.
"En una era marcada por la desinformación generalizada sobre las vacunas, es crucial basarse en evidencia científica sólida. Estudios de registro poblacional de gran tamaño como este, que ha monitoreado a más de un millón de niños durante muchos años, son un baluarte contra la politización de la ciencia de la salud, que socava la confianza pública en las vacunas. Es absolutamente esencial distinguir la ciencia real de las campañas con motivaciones políticas; de lo contrario, serán los niños quienes acabarán pagando las consecuencias", remató Anders Hviid.
Cuadro de Datos:
Los tigueres del Statens Serum Institut usaron los récords de salud de Dinamarca para revisar más de un millón de chamaquitos nacidos entre el '97 y el 2018, viendo si las vacunas con aluminio les hacían daño a largo plazo.
Chequearon 50 líos de salud diferentes y no encontraron que el aluminio en las vacunas tenga que ver con autismo, enfermedades autoinmunes, asma ni alergias como fiebre del heno y alergias a la comida.
Este estudio fue publicado en esa revista dura, Annals of Internal Medicine.
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