En la escuela Marcelino Valenzuela, que está en el ensanche Espaillat de Santiago, hay como 350 muchachos inscritos. Desde el 31 de marzo, esos muchachos no están yendo a clase porque sus padres y amigos de la escuela se pusieron en huelga. Ellos dicen que no mandarán a los carajitos pa' la escuela hasta que no les consigan un sitio donde puedan jugar y hacer educación física.
La gente está caliente porque los niños no tienen un espacio pa' jugar ni pa' recrearse, y ellos dicen que eso es una falta de respeto a los derechos de los muchachos. Cerca de la escuela hay un solar y el dueño está en eso de venderlo pa' que se use como espacio pa' los niños. Pero aunque el Ministerio de Educación dijo en un momento que había comprado el terreno, la gente de la escuela dice que eso es un bulto.
"Desde diciembre tienen un acuerdo de venta con el Ministerio de Educación que no han cerrado porque las autoridades no han desembolsado el dinero", dijo la profesora Evelyn Suriel.
Mientras tanto, los profes están mandando tareas pa' la casa pa' que los estudiantes no pierdan el año. Carlos Contreras, otro profe de la escuela, está preocupado y dice que las autoridades están fallando feo. "Están atentando contra uno de los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes: la educación física y el recreo", comentó él.
Así que ahí están, con 350 muchachos sin ir a clase, esperando que el Ministerio de Educación haga algo de verdad y resuelva el lío.
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