"Esa era mi casa", dice un vecino sobre el Jet Set y cómo la tragedia lo impactó

Mira, te voy a contar lo que pasó en el barrio con el Jet Set. Desde que pasó el lío, los negocios por ahí no han abierto. Pedro Dennis Trinidad, un hombre de 55 años que se sabe la historia del Jet Set de pe a pa, dice que iba pila a esa disco. Siempre se daba su humo con los artistas que le gustan, como Fernando Villalona, que es su "ídolo", Toño Rosario y los Hermanos Rosario.

La noche del desastre, Pedro dice que se acostó tranquilo, pero a la 1:00 de la mañana lo llamaron los panas, pensando que estaba en el "lunes bailable" con Rubby Pérez y que podía ser uno de los que se quedó pegao' en el colapso de la disco. "Esa era mi casa... ha sido una gran pérdida", se lamentó él el jueves.

Pedro nos cuenta cómo empezó la vaina del Jet Set: primero, ahí había una fábrica de ladrillos; después, se convirtió en el Cine el Portal, con entradas a 50 cheles, y era de la familia Turull. Pero cuando se jodió el negocio de los cines, en los años 90, se convirtió en la discoteca Jet Set, que antes estaba frente a la Clínica Independencia. Delante del centro nocturno, donde ahora está la Cervecería, estaba el Matadero Cami.

La última vez que Pedro fue al Jet Set fue a finales de febrero, cuando "el Mayimbe" celebró sus 52 años en la música.

Pedro vive cerca, a menos de un kilómetro, y siempre pasa por la plaza al lado de la disco para almorzar y comprar sus medicamentos para la presión. También lleva a sus hijos al colegio por ahí. Pero después del lío, la cosa cambió. El colapso dejó 221 muertos y 189 heridos, y se cerró la avenida Independencia y otras calles pa' sacar a los heridos, recuperar cuerpos y limpiar el área.

Desde la madrugada del desastre, todo el comercio al lado del Jet Set se paró en seco. Las oficinas, tiendas, farmacia, iglesia, agencias de envío y los negocios de comida rápida en la plaza al lado de la discoteca quedaron en pausa. Ahí se puso el equipo del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) para dar los boletines. También llegaron camiones y grúas pa' limpiar los escombros.

La bomba Shell frente al lateral izquierdo del Jet Set tampoco vendió gasolina. Ahí se instalaron las carpas de la Defensa Civil, las familias de los atrapados y un viaje de curiosos.

El área social de la bomba, donde siempre se juntan los que salen de trabajar, tampoco abrió. La tienda de cerveza frente al Jet Set tampoco dio servicio.

Los vecinos de la calle Héctor Sucre Félix, que está entre la discoteca y la bomba, estaban en coro hablando de la tragedia mientras veían cómo las autoridades limpiaban todo.

A las 5:20 de la tarde, tres agentes de la Digesset subían a una grúa la última guagua (una Toyota Rush) que, parece, era de una de las víctimas.

Mientras tanto, brigadas de Obras Públicas estaban fumigando y limpiando el área, con policías cuidando el negocio que colapsó.

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