Oye, compae, te cuento un chisme de esos que se oyen en el colmado. Una jeva le escribió a la doctora porque lleva tres años de amores con su tigre. No están casados, pero están viviendo juntos. La vaina es que el tipo no quiere sacar a la madre de sus hijos del seguro, y eso que la doña ya tiene otro macho.
La jeva está que no sabe qué hacer. Pero la doctora le dice que lo importante no es lo que ella piense, porque eso no va a quitarle el pique. Eso es algo que tienen que resolver entre los dos. La doctora le dice que más allá del tema del seguro, quizás hay algo más que la tiene inquieta. Le sugiere que se pregunte a sí misma qué es lo que de verdad le molesta.
Otra cosa que la doctora menciona es cómo se le pide al otro que haga algo. Si uno lo dice como una orden, el otro puede ponerse necio o no hacer caso. La jeva debería hablarle al tipo desde su propia experiencia, diciéndole cómo se siente y lo que piensa, dejándole a él la decisión. Al final del día, solo él puede cambiar esa situación.
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