Oye, mi gente, les cuento que en el puente de la 17, el Francisco del Rosario Sánchez, la cosa se puso caliente esta mañana cuando cuatro postes de luz se cayeron. Ya por la tarde, el tráfico estaba fluyendo normalito, aunque con el lío de la hora pico, siempre hay un chin de tapón. La gente sigue cruzando a pie, en bici, y haciendo su ejercicio como si ná.
Ahora, aunque quitaron los postes, todavía hay unos cables telefónicos tirados en el piso, y la gente que pasa por ahí se queda mirando y diciendo "algo pasó" con el puente.
Los tigueres del Diario Libre hablaron con algunos panas del lugar, y ellos están preocupados de verdad por cómo está el puente. Dicen que hay que meterle mano "urgente y de calidad". Juan Vidal, que cruza el puente todos los días, dijo: "Este puente amerita una reparación precisa y buena. Tiene muchos años y no se está haciendo lo necesario. Hay temor de que ocurra una tragedia".
Alfonso Rincón, que vive por el ensanche Espaillat, comentó: "Esto va de mal en peor. Los que vivimos aquí sabemos que el puente necesita un cambio total". Otro pana, Elías Báez, que se ejercita en el puente, aseguró: "Hay partes del puente que están desniveladas. Aquí hay que hacer un puente nuevo o hacer algo serio. Las autoridades lo saben".
La vaina es seria, porque la gente está diciendo que tienen miedo de que se caiga. Desde mayo le están haciendo un mantenimiento a la estructura metálica del puente, cambiando las partes dañadas y toda la vaina.
Hoy lunes, después de que se cayeron los postes, el Ministerio de Obras Públicas salió diciendo que "el hecho no guarda ninguna relación con los trabajos de ingeniería que actualmente se ejecutan en la estructura, ni con condiciones propias del puente". Así que ya saben, la cosa sigue en veremos, pero la gente está clara de que hay que hacer algo ya.
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