El presidente Luis Abinader se quedó callao durante to' el velorio, acompañando a la familia y a todo un país que ta' destrozao por la tragedia en la discoteca Jet Set. Con la cara llena de tristeza, Abinader estuvo ahí con el merenguero Rubby Pérez en su último adiós.
El hombre no pudo aguantar las lágrimas mientras escuchaba a la hija del artista, Zulinka Pérez, cantar "Cuando se ama", de Laura Pausini. Ella misma dijo que a su papá le encantaba cómo ella la cantaba.
El presidente se quedó callao to' el tiempo, junto a la primera dama Raquel Arbaje, ahí, junto a una familia y un país que ta' en llanto por lo que pasó en la Jet Set, donde se cayó el techo y tanto el artista como muchos de sus fanáticos que estaban gozando de su música, perdieron la vida.
Abinader, en su momento de reflexión y emoción, estuvo consolando, abrazando y dándole apoyo a los dolientes del artista.
Después de una hora ahí, el presidente se fue igualito como llegó, en silencio, porque no era tiempo de hablar, sino de estar presente.
Para Roberto Ángel Salcedo, el ministro de Cultura, el legado de Rubby Pérez es más que su música. "Era un gran ser humano", le dijo a la prensa que vino de to’ el mundo. Y es que Rubby era internacional. Su mayor "pegada" fuera fue en sitios como Venezuela y Colombia, que lo han llorado como si fuera uno de ellos.
"Rubby era universal, su alcance va más allá de nuestras fronteras y eso se demuestra con la amplia cobertura que ha tenido su irreparable pérdida". Él asegura que sus canciones seguirán sonando, ya son parte de su legado.
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