El Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) montó este sábado el Monumento a Los Cocolos, una obra pa' rendirle respeto a la identidad cultural dominicana y pa' reconocer lo que esos inmigrantes de las Antillas hicieron por la industria azucarera del país allá pa' finales del siglo XIX.
En ese evento, llegaron el gobernador general de Antigua y Barbuda, Rodney Williams; el primer ministro de las Islas Vírgenes Británicas, Natalio Wheatley; y los cancilleres E. Paul Chet Greene, de Antigua y Barbuda, y Denzil Lewellyn Douglas, de San Cristóbal y Nieves, más una representación de Granada.
También se dieron cita el presidente del Consejo Económico y Social de Sint Maarten, Harlec Doran, y el secretario general de esa entidad, Gerard Richardson, junto con los historiadores y catedráticos puertorriqueños Humberto García Muñiz y Jorge L. Giovannetti-Torres.
Todo esto del Monumento a Los Cocolos lo armó el gobierno dominicano, con el canciller Roberto Álvarez al mando, como parte del plan de acercarnos más al Caribe con una política exterior que busca hacer más pana a los países de la región. "Hemos impulsado una política exterior de acercamiento con el Caribe, con vocación multilateral, espíritu constructivo y pleno respeto por nuestra diversidad común. Hemos fortalecido nuestra presencia diplomática en la región y consolidado canales de diálogo y cooperación con nuestros hermanos caribeños", soltó el canciller.
Álvarez también dijo: "Hoy rendimos homenaje a una comunidad que ha sido pilar de la identidad nacional. El ser cocolo no es solo una referencia étnica o histórica: es una forma dominicana de estar en el mundo, un símbolo de nuestra riqueza multicultural, un lazo que nos une con el resto del Caribe y con otras migraciones que, a lo largo de los siglos, han forjado esta patria plural".
La obra, que fue diseño del arquitecto y urbanista Marcos Barinas, tiene unos muros de concreto armado con la idea de rompeolas, que simbolizan las vainas difíciles que pasaron los inmigrantes de las Antillas. Le pusieron un pulido que parece que tocó el mar y cuatro secciones con planchas de acero oxidado, donde está el poema Los inmigrantes, de Norberto James Rawlings, un poeta de San Pedro de Macorís que es descendiente de cocolos.
En el evento también estaban funcionarios del MIREX, la gente del ayuntamiento de San Pedro de Macorís, líderes comunitarios, historiadores y miembros de la comunidad cocola, quienes dijeron que es importante guardar en la memoria la historia de este grupo afrodescendiente.
El evento cerró con las presentaciones de Los Guloyas, grupos tradicionales del Teatro Bailado Cocolo de República Dominicana, que la UNESCO reconoció como Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
Durante unos 40 a 50 años, llegaron a República Dominicana gente de unas 20 islas, como Anguila, Anegada, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, Tórtola, Dominica, Montserrat, Barbados, Granada, Santa Cruz, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Jamaica, Trinidad y Tobago, e Islas Turcas y Caicos.
Los Cocolos trajeron aquí las logias y sociedades de socorro mutuo, que eran formas de solidaridad entre los trabajadores y la gente de los barrios. También trajeron iglesias como la Iglesia Episcopal Dominicana, La Fe Apostólica, la Iglesia Moraviana y la Iglesia Africana Metodista Episcopal.
Muchos de ellos se destacaron como profesores en San Pedro de Macorís, Santo Domingo, La Romana, Barahona, Puerto Plata y más sitios del país. Entre los más conocidos están los profesores Alberto Byas, Celsa Albert Batista y Egbert Morrison. En lo deportivo y musical, brillaron figuras como Ricardo Carty, George Bell y Violeta Stephen.
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