Oye, oye, mi gente del barrio, escuchen este lío: Los jueces van a tener que sudar la gota gorda con un caso bien técnico que tiene que ver con estructuras e ingeniería. Se cayó la discoteca Jet Set el 8 de abril y eso dejó a 235 personas muertas. Ahora hay un pleito en la corte que es un verdadero lío para los jueces, porque no es fácil meter mano a un caso con tantas complicaciones técnicas.
La vaina es que más allá del dolor humano, este caso penal es un reto porque los tribunales casi nunca tienen que decidir sobre estos problemas técnicos tan complicados. El Ministerio Público metió una acusación contra los dueños del sitio, Antonio Espaillat López y Maribel Espaillat de Veras, diciendo que se les fue la mano con un homicidio involuntario. ¿Por qué? Porque, según ellos, no hicieron caso a las advertencias de que el techo de la discoteca estaba hecho leña.
Los fiscales dicen que los dueños sabían del problema porque los empleados, gente de mantenimiento y contratistas les dijeron un paquetón de veces que había filtraciones, goteras y que la pintura se estaba cayendo a pedazos. Pero los dueños no hicieron na' para resolver eso.
La cosa se complica porque hay un informe técnico que dice otra cosa. Según ellos, el problema no fue que faltó mantenimiento, sino que desde que construyeron el sitio había un fallo estructural. Los ingenieros dicen que el techo colapsó porque los anclajes de acero estaban mal desde el principio, y eso no se veía a simple vista.
Entonces, los jueces tienen un lío en las manos: ¿a quién le creen? Por un lado, una acusación que dice que los dueños son culpables por no arreglar las goteras y grietas visibles; por el otro, un informe técnico que dice que el problema estaba escondido, que solo un experto podía detectar con estudios bien profundos.
Los testigos que el Ministerio Público trajo al caso son empleados y contratistas que no son ingenieros. Ellos vieron las filtraciones y grietas, pero no pueden decir que eso causó el colapso. Incluso si los dueños hubieran arreglado eso, el techo se iba a caer igualito porque el problema era más profundo.
Es un debate difícil, mi gente. ¿Cómo se le puede echar la culpa a los dueños por no hacer un estudio técnico si no había advertencias formales? ¿Es imprudencia si el riesgo no se ve sin estudios técnicos que no son obligatorios? ¿Hasta dónde llega el mantenimiento normal y dónde empieza la obligación de hacer estudios preventivos?
Los jueces tendrán que responder esas preguntas, y a eso se le suma que el caso es bien sensible por la cantidad de gente que murió. La presión social es fuerte y eso puede afectar a los jueces.
Los abogados dicen que hay que separar la responsabilidad penal de la civil. Aunque los dueños podrían tener que pagar por no haber hecho un mejor mantenimiento, para meterlos presos hay que probar que fueron bien negligentes. Y aquí no parece que el riesgo era evidente.
Sin informes previos que avisaran a los dueños, la acusación se basa en lo que vieron los testigos, y eso no es suficiente para un caso de homicidio involuntario.
Este caso del Jet Set es un caso complicado donde la justicia tiene que moverse entre la técnica y el derecho. Los jueces tienen que evaluar pruebas técnicas y decidir si los dueños rompieron la ley.
Más allá del dolor y la rabia por la tragedia, este caso necesita un análisis frío, técnico y legalmente correcto. No solo se trata de lo que les pase a los acusados, sino también del precedente que se siente sobre cómo se maneja la responsabilidad penal en problemas estructurales que no se ven.
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