El infierno tenía nombre: condenan a una pareja que explotaba menores en un burdel llamado "El Bojucal"

Oye, te cuento lo que pasó en un barrio de por aquí. Resulta que detrás de un negocio turbio estaban Mercedes Báez y su esposo, Isidro Antonio Jáquez Valerio, a quien todo el mundo llama Megateo. A ellos les metieron 20 y 15 años de cárcel, respectivamente.

Una chamaquita salió de su casa en San José de las Matas en diciembre de 2022 y nunca más se supo de ella. Tres meses después, la Fiscalía la encontró en El Bojucal, un sitio donde no solo se vendía ron, sino también miedo y cuerpos.

Mercedes Báez era la jefa del lugar junto con Megateo. Allí, mujeres y adolescentes eran explotadas sexualmente bajo amenazas, con sus documentos retenidos y sin poder comunicarse con nadie afuera. Los precios por encuentro estaban entre 300 y 500 pesos, aunque a veces subían, dependiendo de la cara del cliente. A una de ellas, que tenía un niño de un año, le metieron una deuda ficticia de 15 mil pesos para tenerla atada. Báez incluso trató de vender a su hijo por 200 mil.

Cuando la policía cayó de sorpresa, encontraron un escenario de terror: una alcancía con monedas y nombres escritos, condones usados y nuevos, cuchillos, machetes, juguetes sexuales, una máquina tragamonedas y un puñal de acero. Había notas con deudas anotadas, una menor haitiana que llevaba dos años ahí, y un niño de 9 años viviendo entre abusos.

Rescataron a cinco víctimas. Una de ellas con su bebé de un año, otra con un hijo de nueve, y una adolescente, todas engañadas con promesas de trabajo y atrapadas por la manipulación de Báez y Megateo. Ellos decían que era un negocio; la ley lo llama trata de personas y proxenetismo agravado.

La Procuraduría Especializada Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas (PETT) y la Fiscalía de Santiago Rodríguez llevaron la investigación, documentando todo el esquema criminal. Las pruebas eran claras: documentos, testimonios, evidencias físicas. La víctima principal no podía usar su teléfono y sus documentos estaban retenidos.

Lo que parecía ser un bar era en realidad una prisión disfrazada. Pero los maleantes no se salieron con la suya. El Ministerio Público, con Sumaya Rodríguez Matías, Rafael Bueno y Francisco David Guzmán al frente, llevó el caso a los tribunales. El Tribunal Colegiado de Santiago Rodríguez, encabezado por los jueces Robinson Rodríguez, Dayanara Peralta y Risel Peña, declaró culpables a los acusados.

Mercedes Báez fue condenada a 20 años de prisión y Megateo a 15 años, más una multa de 175 salarios mínimos cada uno. Ella cumplirá su condena en el centro de corrección para mujeres en Montecristi; él, en el de hombres de Santiago Rodríguez.

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