"El Increíble Hulk", el lío humano detrás del monstruo verde

Oye, mira, esta serie del Hulk fue un palo en su tiempo. Aunque la idea era medio loca, tú sabes, un tipo que se pone verde y fuerte cuando se quilla, lo que de verdad la hizo bacana fue el enfoque humano que le metieron.

Olvídate de los efectos especiales y la acción. Kenneth Johnson, el que creó la serie, no se quedó en lo típico de los cómics. Él hizo episodios llenos de tragedia, compasión y dignidad. Bill Bixby, que hacía del doctor David Banner, le daba un toque de humanidad y siempre estaba en una lucha interna. Y Lou Ferrigno, que era Hulk, aunque no decía ni pío, con su presencia te hacía sentir todo: ira, ternura, dolor.

Aunque era de los años 70 y el presupuesto era medio apretado, "The Incredible Hulk" se enfocaba en historias conmovedoras, tratando temas como el dolor, la pérdida y la esperanza. El doctor Banner, después de un lío con radiación gamma, se transformaba en el Hulk cuando se ponía nervioso o se quillaba. Andaba por todos lados huyendo del periodista Jack McGee, cambiando de identidad y ayudando a gente en problemas, mientras buscaba una cura.

Cada episodio era como una mini tragedia. Banner llegaba a un sitio nuevo, hacía coro con gente que necesitaba ayuda, y al final, cuando se enteraban de su secreto, tenía que salir huyendo otra vez. La música de Joe Harnell, especialmente "The Lonely Man", te rompía el alma cada vez que veías a Banner caminando solo al final de cada capítulo.

Bill Bixby se tomó su papel en serio. Ni loco se dejaba ver junto a Ferrigno cuando estaba maquillado para que la gente pensara que eran dos cosas distintas. Y Ferrigno, siendo un fisiculturista con problemas de audición, le metía un feeling al personaje que, aunque no hablaba, te lo decía todo con su lenguaje corporal.

La química entre Bixby y Ferrigno era brutal, aunque fuera de cámaras eran panas. Cuando quisieron cortar el personaje de Jack McGee por falta de cuarto, Bixby y Ferrigno amenazaron con dejar la serie en solidaridad con Jack Colvin.

La serie tocaba temas heavy como el alcoholismo, la violencia doméstica y el abuso infantil, con respeto y seriedad, algo raro para las series de esa época. Kenneth Johnson evitó meter cosas fantásticas en exceso. Hulk no hablaba ni volaba, solo empujaba y lanzaba gente, nunca los golpeaba, para que no fuera violento para las familias.

Lamentablemente, en el 82, sin aviso, cancelaron la serie, dejándonos sin un final. Bixby quería hacer un último episodio donde Banner se curara, pero nunca se dio. Después hicieron tres películas para televisión, pero ninguna llegó al nivel emocional de la serie.

En la vida real, el elenco también pasó por vainas difíciles. Bixby perdió a su hijo y su exesposa se quitó la vida mientras grababan la serie, pero él siguió con su profesionalismo intacto.

"The Incredible Hulk" dejó su marca en la televisión, siendo el programa de superhéroes más exitoso de su tiempo. Porque al final, no era solo de superhéroes, sino sobre lo que significa ser humano, vivir con una maldición, buscar redención y seguir adelante, aunque lo hayas perdido todo. Y como decía Banner al despedirse: "Sé bueno contigo mismo".

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