A lo que estamos hoy, en el patio hay 28 escuelas de Medicina Familiar y ya se han graduado 2,032 doctores en esa área. Los médicos familiares y comunitarios son vistos como los más eficientes en cuanto a costo dentro del gremio, son los duros en implementar programas de prevención y promoción de la salud, y pueden detectar hasta un 80 % de las enfermedades que se pueden prevenir.
Aunque pueden trabajar en todos los niveles de los hospitales, son clave para llevar a cabo la estrategia de Atención Primaria. “El médico de familia es la piedra angular de la Atención Primaria en todos los países donde ésta existe. Somos el primer contacto que tienen los pacientes, que tienen las familias. A diferencia de otras especialidades, no solamente estamos detrás de un escritorio esperando a que llegue un enfermo, sino que nos trasladamos a la comunidad, a las casas de los pacientes, a prevenir que la gente se enferme y, en tal caso de encontrarlos con alguna situación de salud, ahí entramos en acción, curamos y cuidamos”, explicó Francisca Moronta, presidenta del XII Congreso de Medicina Familiar y Comunitaria (Sodomefyc) que se celebró del 29 de junio al 2 de julio.
Moronta también dijo que en la Ley General de Salud se dice clarito que deben ser los médicos familiares los que estén en los espacios de Atención Primaria porque, “los médicos de familia somos la puerta de entrada a los sistemas de salud”.
La secretaria del Colegio Médico Dominicano (CMD) aclaró que “un primer nivel de atención es un lugar donde se brinda atención médica especializada en un centro de salud, son espacios para dar consulta, atender a la comunidad y a las familias. En cambio, la Atención Primaria es una estrategia que debe estar y está a cargo del Gobierno”.
“Pensar la Atención Primaria sin la medicina familiar y comunitaria resulta incompleto. No hay especialidad que sea más específica de la Atención Primaria que la medicina familiar. Es la única que puede realmente desarrollar todo el potencial que tiene la medicina desde ese nivel”, planteó Jacqueline Ponzo, presidenta de la Confederación Iberoamericana de Medicina Familiar (CIMF).
Según Ponzo, en Dominicana hemos avanzado en la formación de especialistas y hay más espacios para residentes, pero eso ha sido a base de mucha lucha, y todavía falta que a nivel político se tomen decisiones claras a favor de la Atención Primaria. “Pero esa situación la tenemos en muchos de nuestros países, lamentablemente. Tenemos avances y retrocesos dependiendo de los cambios de Gobierno”.
“El campo de trabajo nuestro son los problemas que más afectan a la gente y el cuidado de la salud. Las enfermedades no transmisibles como cardiovasculares, metabólicas o respiratorias son muy importantes; la violencia de género es parte de lo que debemos trabajar. El enfoque familiar nos da una posición privilegiada para eso”, agregó.
Rubén Vásquez, presidente de la Sociedad Dominicana de Medicina Familiar y Comunitaria, dijo que este especialista “es el médico vital en la comunidad y lleva prevención, educación y promoción a todos”.
Vásquez aseguró que “nuestro país está muy atrás en el inicio de la Atención Primaria porque no hay voluntad política de que se inicie”.
“La estrategia está en pañales porque falta decisión del Gobierno, no del que está, de todos los que han estado. Hay mucho poder político y económico (involucrado) porque creen que la salud es un negocio. Esto sumado al presupuesto pírrico que se destina para Atención Primaria”, agregó Moronta.
Waldo Ariel Suero, expresidente del CMD, recordó que “en diciembre de 2020 firmamos un acuerdo para que inicie la Atención Primaria en el régimen subsidiado (público) que es realmente donde existen las necesidades, donde está la franja de personas más pobres y donde está la franja de mayor número de patologías”.
“La Atención Primaria es una estrategia, lo que pedimos es que le den inicio a ese primer nivel, que es la puerta de entrada, ya sea una Unidad de Atención Primaria (UNAP) o Centro de Atención. Aparentemente, es un problema de recursos. Lo que propusimos fue tomar una región o provincia como piloto. En este país hacen falta centros de atención primaria, aparentemente tenemos unas dos mil, pero hacen falta unas seis mil a nivel nacional”, dijo.
Suero reconoce que “eso requiere personal, recursos, equipos de Rayos X, tomógrafos”.
Sobre la Atención Primaria en el régimen contributivo, considera que “es un negocio que favorece a las ARS”.
La doctora Violeta González dio una charla sobre "Calidad en la formación del médico familiar", indicando que en el país la medicina familiar comenzó en 1980 en el Hospital Jaime Oliver Pino en San Pedro de Macorís, con el apoyo de la Universidad Central del Este.
No fue hasta el 2000 cuando se abrió la segunda escuela en el Hospital Francisco Moscoso Puello, con respaldo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Ella resaltó que los médicos familiares son buenos trabajando en equipo, tienen un enfoque integral con otras especialidades y están claros de su contribución a la comunidad.
Hasta ahora, el país tiene 28 escuelas de Medicina Familiar y 2,032 profesionales formados.
Ver todo