El serbio se voló en el aeropuerto de Colombia, después de llegar desde República Dominicana.
Oye, tú sabes que desde hace más de un año, las autoridades estaban en una operación de inteligencia, chequeándolo todo. Ya por fin comenzaron a ver resultados. En un muelle de un resort en La Altagracia, las autoridades dominicanas agarraron el viernes 25 de abril, 993 paquetes de droga, que parece que era cocaína, escondidos en un bote.
La gente que está metida en ese lío tiene un pana conocido: el serbio Antun Mrdeza. En el 2023, él había estado por aquí en República Dominicana, pero todavía no se sabe cuánto tiempo estuvo ese tigre por estos lados.
La investigación y el trabajo de inteligencia conectaron al serbio con el cargamento, que se dice estaba bajo el control de tres tipos que agarraron ahí mismo: los boricuas Pablo José Rodríguez Irizarry y Carlos Javier Fuentes Torres, y el dominicano Rubén Darío Félix Garó.
Las autoridades están celebrando "el duro golpe al narcotráfico", pero todavía hay cosas que no cuadran. Todavía se necesita saber qué tan grande es esa red y qué conexiones tienen en República Dominicana, y si la droga iba a salir del país o acababa de llegar.
Buscar a Antun Mrdeza ha sido como buscar una aguja en un pajar, después de que se esfumara como por arte de magia, mientras estaba bajo el control de las autoridades colombianas.
El 15 de mayo del 2023 parecía un día normal en el Aeropuerto José María Córdova, en Medellín, Colombia, cuando los agentes de migración anunciaron que habían capturado a un supuesto italiano, Nikola Boros, de 47 años. Lo agarraron llegando desde Punta Cana, República Dominicana.
Pero después de un chequeo bien hecho, se dieron cuenta que ese hombre no era quien decía ser. En verdad era Antun Mrdeza, un serbio metido en una red de narcotráfico que operaba en Italia, España, Serbia y Colombia. Tenía una alerta roja de Interpol, pedida por las autoridades italianas, que lo acusan de meter al menos 82 kilos de cocaína para allá.
Rápido empezaron los trámites para mandarlo al país que lo estaba pidiendo, y lo tenían detenido en el aeropuerto todo el tiempo. Pero dos días después (17 de mayo), cuando ya estaba todo listo, el hombre pidió una botella de agua y, en un descuido de los agentes, se les fue corriendo pa' la salida, como contaron los medios colombianos.
Se tiró por la puerta 2 de la terminal y, como si lo hubieran planificado, una yipeta Audi negra estaba esperándolo afuera, y se montó con rumbo desconocido. Los agentes tiraron tiros al aire para tratar de pararlo, pero eso lo que hizo fue poner a correr a todo el mundo en el aeropuerto.
La madrugada del 18 de mayo de 2023, encontraron la yipeta abandonada en una carretera rural de Guarne, en Antioquía, sin rastro del fugitivo ni de sus panas.
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