El tiguerón de Hollywood, Harvey Weinstein, está en líos de nuevo, esta vez enfrentándose a un lío gordo de 25 años en la chirola por un nuevo lío de agresión sexual. Un jurado en Nueva York lo encontró culpable de un delito de agresión sexual en primer grado, y eso no es todo, porque puede que le caiga otro cargo en los próximos días.
Weinstein, que ya había sido mandado a la cárcel por 23 años hace un par de años, pero que salió por un error del tribunal, ahora está viendo la posibilidad de pasarse un buen tiempo más en la sombra. Este es el segundo juicio penal que enfrenta en Nueva York, y el lío sigue con el caso de Miriam Haley, que dice que Weinstein la obligó a tener sexo oral en 2006, y la actriz Jessica Mann, que asegura que la violaron en un hotel en 2013.
El jurado le creyó a Haley, pero sigue pensando en el caso de Mann, mientras que descartó las acusaciones de Kaja Sokola, otra víctima que dijo que Weinstein también la forzó a tener sexo oral.
La Fiscalía ha pintado a Weinstein como un tigre que usó su poder para abusar de mujeres que querían llegar a lo más alto en Hollywood, y que pensaban que no dirían nada por miedo a que se acabara su carrera. Pero los abogados de Weinstein, liderados por Arthur Aidala, dicen que todo fue consensuado y que él es la "víctima" porque las mujeres querían hacer dinero con el movimiento #MeToo.
Durante el juicio, se presentaron correos electrónicos cariñosos entre Haley y Weinstein años después de los hechos, que desataron la ira de Haley, quien gritó: "¡No me digas que no fui violada por ese jodido malnacido!", mientras lloraba y tuvo que salir de la sala del tribunal.
En este juicio, la Fiscalía se enfocó solo en las denuncias actuales, a diferencia del juicio de 2020 que fue anulado porque incluyeron testimonios de personas que no habían presentado cargos oficialmente.
Weinstein no quiso hablar en el juicio, pero sí dio las gracias al personal del tribunal por el trato recibido. Esta vez, el jurado fue de siete mujeres y cinco hombres, al revés del primer juicio.
El juicio fue una montaña rusa con miembros del jurado retirándose por "ansiedad" y pidiendo renunciar porque vieron "injusticias".
Desde que comenzaron las acusaciones serias contra Weinstein, el movimiento #MeToo ha crecido y ha puesto el foco en el abuso de poder en Hollywood y más allá. Aunque ya ha pasado tiempo en cárceles duras, como la de Rikers Island, Weinstein sigue en líos con otros 16 años de cárcel por otro caso en Los Ángeles. Ahora está en la cárcel del centro médico Bellevue por problemas de salud, y siempre anda en silla de ruedas cuando lo llevan al tribunal.
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