Oye, mi gente, les cuento que la Met Gala de este viernes estuvo un poco más calladita de lo normal, pero eso no impidió que las estrellas brillaran. La cantante Diana Ross y la actriz Zendaya llegaron al evento como dos verdaderas divas, vestidas de blanco y causando un revuelo.
Diana Ross, mi gente, llegó con una capa blanca que era un espectáculo, llena de pedrería y con los bordes de plumas, y un sombrero de ala ancha que le daba todo el flow. Completó el look con un vestido ajustado y brillante, y unas plataformas altísimas. Aunque le costó un poco subir las escaleras acompañada de su hijo Evan Ross, se paró a sonreír para las cámaras que no paraban de gritarle que se volteara.
En eso llegó Zendaya, también en blanco, con un traje entallado de pantalón y un sombrero, causando sensación. Las dos se encontraron en la alfombra, y Zendaya se paró unos segundos detrás de la cola de Ross, esperándola con mucha emoción. Fue un momento bonito, especialmente cuando Zoé Saldaña se acercó a decirle a Diana Ross cuánto la admiraba.
A pesar de todo el espectáculo, ninguna de las dos se paró a hablar con la prensa. La entrada estuvo más tranquila de lo usual, especialmente en estos tiempos donde el estilo negro se celebra en medio de tanta controversia política con el gobierno de Donald Trump.
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