Oye, tú supiste lo que pasó en la discoteca Jet Set, ¿verdad? Eso fue un lío grandísimo. El techo se cayó el pasado martes 8 y dejó a todo el mundo en shock. Dice la gente que el trastorno de estrés postraumático (TEPT) es algo serio después de vivir un trauma así, y no es solo cosa de los que estaban ahí adentro, sino también de sus familias, los que fueron a rescatar y el personal de salud.
El neurocirujano José Joaquín Puello, un tiguerazo que también es el presidente de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar, dijo el miércoles que “no solo los sobrevivientes, sus familias, los rescatistas y el personal de salud necesitan apoyo psicológico”. Él explicó que ver la misma escena una y otra vez es lo más común, junto con síntomas como estar mareado, sin ganas de comer, no poder dormir, el corazón acelerado, falta de respiración, estar de mal humor y sentirse apagao.
Ernestina Castro Salazar, una psicóloga dura que tiene un PhD en neurociencias, dice que lo primero que hay que hacer después de una catástrofe es dar soporte con los primeros auxilios psicológicos. Ella aclara que no todos van a desarrollar estrés postraumático, así que es importante que un profesional evalúe a la gente. “En muchas ocasiones, el paciente se desconecta de la realidad por el trauma, está en negación, está en shock”, dice ella.
La profe universitaria menciona que usando técnicas de relajación y reforzamiento emocional se puede ayudar al paciente a calmarse y controlar ese nerviosismo. “No hay que forzarle a hablar porque está pasando por un proceso muy difícil”, añadió.
Para los niños y adolescentes, Castro recomienda decirles la verdad del suceso de una forma que puedan manejar, porque esconderles la verdad puede traerles problemas más adelante. Ella llama a la nación a unirse, porque colectivamente estamos viviendo momentos de angustia que traen ansiedad. “La red de apoyo no puede faltar para dar contención, ya sea familiares, amigos, el jefe del trabajo”, destacó.
Si se necesita medicina, se manda al paciente a psiquiatría. Y recuerden que en estas situaciones hay cinco etapas del duelo: negación, ira, negociación (sentimiento de culpa), tristeza profunda y aceptación. Cada quien las vive a su propio ritmo y en su propio orden. Si después de un año la persona no logra superar el episodio, se convierte en un duelo patológico y podría desarrollar problemas más serios como trastorno bipolar, ansiedad generalizada, y en casos extremos, pensamientos o intentos suicidas.
Castro reconoce que en el país hacen falta más psicólogos especializados en urgencias y primeros auxilios, algo que por ahora tienen que estudiar fuera. Hasta el mediodía del miércoles, los psicólogos y psiquiatras del Servicio Nacional de Salud (SNS) habían dado unas 264 consultas a los familiares y afectados por lo que pasó en Jet Set.
Rubelina Santos, la directora de Asistencia a la Red del SNS, explicó que ese número es un estimado, porque por prudencia y las circunstancias, muchas consultas no pudieron ser registradas bien. Allí mismo en el lugar del hecho se dieron como 96 asistencias psicológicas, 89 en el Traumatológico Darío Contreras, 32 en el Ney Arias Lora, 24 en el Inacif, 22 en el Hospital Marcelino Vélez Santana y una en el Moscoso Puello.
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