Del "error" al "sueño": el chamaquito que halló su rumbo tras las rejas

Después de caer preso siendo menor, el chamaquito cambió su vida en los talleres del sistema penitenciario

Con 17 años, Federico Maldonado Castillo cruzó una línea de la que pocos regresan igualitos. Tomó una mala decisión que lo llevó a la cárcel, y ahora, con voz firme, les dice a los jóvenes: "Piensen antes de actuar y valoren a su familia".

Hoy, el pana tiene 21 y acaba de cumplir los cinco años de su condena. Al principio lo metieron preso en La Romana y después lo llevaron al Instituto Preparatorio de Menores de San Cristóbal (Ipreme-Refol).

Allá, lejos de su casa y de las esquinas que conocía, encontró algo que no esperaba: una oportunidad. "Cuando llegué, estaba confundido, con rabia, pero allá encontré algo diferente. Aprendí pintura, desabolladura, oficios que me pueden servir para ganarme la vida honradamente", contó mientras miraba las piezas que creó y que este viernes están en la tercera Feria Artesanal y de Producción del Sistema Penitenciario.

Esas obras pintadas, pulidas y moldeadas, él dice que son la prueba de que su tiempo privado de libertad no fue tiempo perdido. "Trabajar no le va a quitar un pedazo de su cuerpo a nadie. Lo que hace es darte dignidad. Es saber lo que se siente ganarse el dinero de forma honrada", indicó con la certeza de quien ya aprendió a golpes lo que eso significa.

Federico no oculta lo duro y difícil que fue su proceso. "Cinco años son cinco años. Fue difícil, pero lo aproveché", expresó.

El encierro le dolió, lo enfrentó con sus errores, y también con la tristeza de ver a su familia sufrir por él, quienes nunca dejaron de esperar el día en que volviera distinto.

Ahora sueña con estudiar electrónica, sonido, y montar un taller propio. Pero sobre todo, quiere vivir tranquilo y trabajar en la zona turística de La Romana. "Mi consejo a los jóvenes es que piensen antes de hacer las cosas y que piensen en su familia también, en un futuro y que se pongan a estudiar y trabajar", manifestó.

Federico considera que la palabra superación lo describe a la perfección, a propósito de su historia, en la que cayó, tocó fondo, pero que eligió levantarse.

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