Oye, compai, te cuento que el gobierno ha decidido que van a tumbar el Hotel Santo Domingo, ese que está ahí desde hace pila de tiempo, pero que ya lleva cerrado desde el 2013. El sitio está bien deteriorado y ya no da para más, así que en unas semanitas van a darle pa' abajo.
Eso lo dicen en el decreto 214-24, y resulta que esos terrenos son de una compañía llamada Costasur Dominicana, que está ligada al Central Romana Corporation. Ahí quieren levantar el nuevo Centro de Convenciones de Santo Domingo, que viene siendo clave pa' mover el turismo y los eventos en la capital.
Estamos hablando de un espacio de unos 67,000 metros cuadrados, justo en la esquina de la George Washington con la Abraham Lincoln. Pero el gobierno solo va a usar como 34,000 metros, según lo que están negociando.
El hotel tenía su flow también porque los interiores los diseñó nada más y nada menos que Óscar de la Renta, que le dio un toque de elegancia y sabor tropical que dejó huella. Era más que un hotel, era como una obra de arte en el mundo del buen gusto dominicano.
En diciembre de 2013 cerró sus puertas, y aunque en 2014 dijeron que lo iban a demoler pa' hacer algo nuevo, eso nunca se dio. Desde entonces, el edificio ha estado ahí cogiendo polvo y deteriorándose. Hasta han usado el terreno de al lado como helipuerto y parqueo así improvisado.
La idea es llevar el proyecto del centro de convenciones a este terreno, porque el otro que tenían en mente, el del Hotel Hispaniola, lo descartaron por líos legales. Con esto quieren darle vida al Malecón con algo que de verdad se sienta.
Así que ya tú sabes, con esta demolición se acaba un capítulo de la historia hotelera de Santo Domingo. Se va el edificio, pero queda el recuerdo de lo que fue: un símbolo del turismo en su mejor momento, del diseño dominicano en su máxima expresión, y de esos tiempos en que queríamos y, a veces, lográbamos mostrarnos con clase ante el mundo.
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