La minera dio apertura al proyecto "Nuevos Horizontes" entregando las primeras 20 de 653 casas.
Eduard de la Cruz vivía pegado a la Barrick Pueblo Viejo, la mina que da trabajo a un trozo de gente en Sánchez Ramírez, en una casita de madera con su mujer y sus dos hijas. La casita de Eduard estaba metida entre montes y caminos, hecha de madera azul y bien oscura por dentro. No había ni un mueble, y la puerta se mantenía abierta con una piedra. Al lado, separado por una cortina, estaba el cuarto, solo con un colchón.
Pero ya Eduard no va a vivir más así. Este domingo 16 de marzo, él se muda al vecindario que la Barrick Pueblo Viejo construyó, "Nuevos Horizontes", donde muchas familias como la suya van a empezar de nuevo. "Estoy agradecido con la empresa por esta oportunidad. Yo vivía en condiciones precarias. Nos sentimos muy agradecidos", le contó a Diario Libre.
En un evento importante para Sánchez Ramírez, Barrick Pueblo Viejo inauguró este sábado el proyecto de casas que va a beneficiar a la gente de El Rayo, El Naranjo, El Higo, Arroyo Vuelta, Lajas y Tres Bocas. "Nuevos Horizontes" tiene 653 casas con lo básico: agua, calles asfaltadas, parques, escuelas, guarderías, iglesias, mercado y un cementerio, para que la gente pueda vivir bien y tranquilo. Cada familia va a recibir su casa con su título, pa' que tengan seguridad y estabilidad.
Cristiana Rodríguez, la gobernadora de Sánchez Ramírez, estuvo en el evento. "Nosotros defendemos la minería, la explotación minera es nuestra mayor fuente de empleo", dijo ella. También recordó las buenas obras que la empresa ha hecho en la provincia. "Desde hace décadas, los beneficios de la explotación minera han dejado obras en nuestra provincia. A veces hay que refrescar la memoria a nuestra gente". Pero también dijo que van a estar "vigilantes para tener una minería que no afecte al medio ambiente".
Juana Barceló, la presidenta de Barrick Pueblo Viejo, dijo que "este proyecto es un reflejo de nuestro compromiso con las comunidades que han sido parte fundamental de nuestro trabajo. Nos enorgullece poder llevar a cabo un proceso que garantiza la mejora de las condiciones de vida, con el objetivo de garantizar un futuro sostenible y próspero para las familias."
Además, las familias van a recibir un terrenito de 1.5 tareas para que puedan hacer sus proyectos y echar pa'lante, aunque no tengan tierras de donde vienen. Esto ayuda a que las familias sean más independientes y puedan hacer cosas que les generen dinero a largo plazo.
En el evento, Barrick Pueblo Viejo le dio las llaves a las primeras 20 familias. Después, Juana Barceló cortó la cinta y dejó inaugurado el vecindario. Las familias, todas humildes, caminaron por sus nuevas calles asfaltadas. Uno de ellos es Eduard de la Cruz, que antes tenía que despedirse de sus hijas cada noche para que durmieran con los abuelos, porque su casita era muy chiquita. Ahora tendrá una casa de bloques, con jardín, una cocina amplia y tres habitaciones. "Me siento bien alegre", terminó diciendo.
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