Gere llegó a los 75 años y está como alejado de esos tiempos de películas taquilleras. Películas como 'American Gigoló', 'Oficial y caballero', 'Cotton Club', 'Novia a la fuga' y 'Chicago' son de las más conocidas, y ni hablar de 'Pretty Woman', esa historia moderna de Cenicienta que hizo con Julia Roberts y que la gente sigue viendo y enamorándose por más que la repitan.
El tipo es budista y seguidor del Dalai Lama, y no lo piensa dos veces para montarse en el barco de la ONG Open Arms en el Mediterráneo para ayudar a los migrantes. También está metido en fundaciones contra el sida y para ayudar a niños enfermos de cáncer.
Aunque nunca se ha llevado un Óscar, Gere nació en Siracusa, Nueva York, el 31 de agosto de 1949, en una familia sencilla. Su mamá era ama de casa y su papá vendía seguros, y fue él quien le metió el gusto por la música. Desde chamaquito, Gere se destacó tocando guitarra, piano y trompeta, y también le daba a la gimnasia, lo que le consiguió una beca para estudiar Filosofía en la Universidad de Massachusetts. Ahí empezó a interesarse en el budismo y el teatro.
Dejó los estudios y se metió a actuar en el Seattle Repertory Theater y en el Provicentown Playhouse en Greenwich Village. Hizo su debut en cine en 1975 con 'Quiero la verdad', pero no fue hasta que hizo 'Buscando a Mr. Goodbar' con Diane Keaton que los críticos empezaron a fijarse en él.
Para muchos, Gere es el actor más sexy del cine, y todo comenzó con 'American Gigoló' en 1980, donde actuó junto a Lauren Hutton. Su manera de vestir los trajes de Armani o simplemente una camiseta ajustada lo hizo todo un galán de Hollywood. Luego vinieron otros éxitos internacionales.
La película sobre una prostituta que cambia su vida por el amor de un ejecutivo alto se ganó casi 150 millones de dólares en Estados Unidos en solo cuatro meses y sigue siendo un éxito cada vez que la pasan en la televisión.
Pero todo ese atractivo no le consiguió muchos premios. Solo con 'Chicago' en 2003 se llevó un Globo de Oro, aunque estuvo nominado varias veces más. En 2002, la Academia le dio un Óscar Honorífico por su carrera y también recibió el Premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián en 2007.
Gere ha demostrado su talento en otras películas como 'Sin aliento', 'Cotton Club', 'Cónsul honorario', 'Sommersby', 'Mr. Jones', 'El primer caballero', 'La doble cara de la verdad', 'Chacal', 'El laberinto rojo', 'Otoño en Nueva York', 'El Doctor T y las mujeres' y 'Noches de tormenta'.
En los últimos tiempos, ha trabajado en series de televisión y en la película 'Oh Canada' (2024) con Uma Thurman, dirigida por Paul Schrader, y se paseó por la alfombra de Cannes.
A pesar del glamur, Gere se ha forjado una imagen seria de activista comprometido con los derechos humanos, ya sea en los campos de refugiados del Tíbet, con niños enfermos en hospitales, con las personas sin hogar o con los migrantes que cruzan el mar buscando un futuro mejor.
Ya en 1993, Gere criticó la opresión de China en el Tíbet durante los Óscar y lo consideraron persona non grata en China. Estuvo vetado en Hollywood por sus comentarios políticos.
En 2019, su imagen en el barco Open Arms y sus críticas al ministro italiano Matteo Salvini por no querer acoger a los emigrantes se hicieron virales.
Gere también logró recaudar casi un millón de dólares subastando su colección de guitarras en Christie's en Nueva York, y destinó esos fondos a proyectos humanitarios. Por su labor social y ecológica, ha recibido premios como el Humanitario de Filadelfia y el Premio Alemán de Sostenibilidad.
El actor estuvo casado con la supermodelo Cindy Crawford y la actriz Carey Lowell, madre de su primer hijo, Homar. En 2018, se casó con la activista española Alejandra Silva y tuvieron dos hijos, Alexander y James. Decidieron mudarse a Madrid.
"Amo España y la capacidad de los españoles para vivir transmitiendo alegría y felicidad", dijo Gere en una entrevista con 'Vanity Fair'. "Ir a Madrid va a ser una gran aventura porque nunca he vivido a tiempo completo fuera de Estados Unidos", añadió.
Sobre su esposa, comentó: "Fue muy generosa al darme seis años viviendo en mi mundo, así que creo que es justo que yo le dé al menos otros seis viviendo en el suyo".
Aunque se esconda con sus gorras y gafas habituales, Gere no pasará desapercibido en las calles de Madrid o en el Santiago Bernabéu, ya que es fan del Real Madrid.
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