Oye, te voy a contar lo que pasó en un lenguaje más sencillo y del barrio, pero las citas las dejo tal cual.
Mira, hay una mujer llamada Carmen Jiménez que hizo algo horrible. Ella usó un machete, un hierro, una cuchara y un cable para darle golpes a un niño de ocho años, que perdió la vida después de todo ese maltrato. Carmen, que confesó haber hecho todo eso, dijo que las heridas que encontraron en el cuerpo del niño ocurrieron en tres ocasiones en diciembre.
El niño, que lo llamaban C.C.A., vivía con Carmen desde agosto del 2023 porque su papá, Santiago Colomé Jiménez, se lo dejó a su cargo. Antes de eso, el niño estaba con otra tía, Altagracia Jiménez, pero no se sabe bien por qué se lo devolvieron a Carmen.
Carmen justificó los golpes diciendo que el niño "la sacaba de quicio y le rompía sus cosas", y por eso lo maltrataba. En su relato, ella contó que le dio planazos con un machete, lo golpeó con el cargador del teléfono, le amarró las manos, le dio en la boca con una cuchara, y después de eso, se le cayeron unos dientes que ya estaban dañados.
La mujer también dijo que le pegó con un hierro por detrás y le metió el metal por el ano, porque el niño no podía controlar sus necesidades, y ella le había advertido que lo haría. También le daba con el cable del teléfono, el cuchillo de cocina y un palo de madera.
El sábado 13 de enero del 2024, el niño se sintió mal cuando ella le llevó un moro de gandules. Él vomitó y le dijo: "Tía no quiero más. ¿Puedo guardar ese chin? Y se acostó”. En ese momento, el niño ya estaba herido y se puso peor. Carmen trató de ayudarlo metiéndole el dedo en la boca para sacarle la comida y la flema, pero C.C.A. le decía que no lo hiciera y luego se desmayó.
“Luego, el empezó hacer como si estuviera haciendo gárgara, un ruido y lo puse de lado, pero se desmayó, pero, aún seguía respirando, yo le puse las manos y se sentía que el respiraba”, explicó Carmen.
En ese momento, ella llamó a su novio, González Valencio Rojas, para que viniera porque el niño estaba mal. Valencio llegó rápido y lo llevaron a una policlínica en Verón en el camión donde trabaja, pero las enfermeras les dijeron que lo llevaran al hospital.
Fueron al hospital de Verón, en La Altagracia, pero el niño ya no respiraba cuando llegaron. Los doctores trataron de atenderlo, pero no pudieron hacer nada. “Llegamos, lo pusieron en una camilla, buscaron un aparatito, pero el niño no dijo nada; luego sale el doctor que atendió el menor y me dice con la cabeza que el niño murió”, indicó Carmen.
Cuando le preguntaron si su pareja sabía de los golpes al niño, ella dijo que le había contado que le “metía fuetazo al niño”, y su novio le sugirió que se lo devolviera al papá, pero el papá estaba ocupado con una construcción.
Para que nadie se diera cuenta de los golpes, Carmen no dejaba que el niño fuera a la escuela. La directora ya la había llamado una vez para preguntarle sobre los golpes y por qué el niño siempre estaba cansado, a lo que ella admitió que era quien lo golpeaba.
Carmen también le dijo a las autoridades que su hermano, Santiago Colomé Jiménez, le daba dos mil pesos los días 15 y 30 de cada mes por cuidar al niño, pero luego subió a tres mil. De eso, dos mil eran para ella y mil para el niño.
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