Oye, pa' que lo sepas, la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP) soltó que ya le pasó un informe a la Unidad Antifraude de la Contraloría General de la República y a la Cámara de Cuentas. Ese informe está lleno de líos en las compras y contrataciones que se están haciendo en el Ayuntamiento Municipal de Baní.
La nota de prensa dice que Carlos Pimentel, el capo de la DGCP, le mandó el informe a Leonidas Radhamés Peña, el que lleva la batuta en la Unidad Antifraude. Según el informe, todo este lío empezó porque alguien chivateó sobre cómo se están manejando las cosas en el gobierno local. Parece que encontraron que las compras y contrataciones no estaban claras en el Sistema Electrónico de Contrataciones Públicas (SECP).
También menciona que le están dando contratos a empresas que ni siquiera están en el Registro de Proveedores del Estado (RPE). Y hay un par de fallos serios en cómo se están manejando las cosas, que podrían caer en "incumplimientos legales que, vistos de manera sistemática, pudieran resultar en un manejo fraudulento de los fondos públicos".
Por eso, la DGCP le sugirió a la Unidad Antifraude que chequeen bien si hace falta hacer una auditoría a todo esto que está pasando en el Ayuntamiento de Baní. Incluso, dijeron que se debería arrancar una investigación más profunda para ver bien qué está pasando con las contrataciones públicas que ya revisaron.
Mientras tanto, el órgano rector sigue pisándole los talones a este gobierno local y va a montar un programa de capacitación para su gente, enfocándose en las áreas donde encontraron vainas raras. Además, van a estar atentos para que se use el Sistema Electrónico de Contrataciones Públicas como se debe, asegurándose de que todo se haga con transparencia y de manera correcta.
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