Cómo ponerle un parao a la vaina sin buscar pleito

Oye, mi gente, miren esta vaina. Ustedes saben que los límites son la clave para tener relaciones saludables, empezando por cómo uno se lleva con uno mismo. Aquí va una pregunta que le hicieron a la Dra. Simó: "Buenos días, Dra. Simó, la razón por la que le escribo es que me gustaría saber qué sucede cuando no somos capaces de ponerles límites a las personas que forman parte de nuestro círculo, es decir, la familia, el trabajo e incluso la pareja."

¡Hola! Si uno no pone límites, eso te pasa factura, y cara. Primero, porque te agota emocionalmente. Y es que si no ponemos límites, dejamos de lado lo que necesitamos y lo que es nuestra responsabilidad. Eso nos lleva a alejarnos de ciertas personas con mentiras, rabia y sintiéndonos que los demás no nos valoran.

Como siempre les digo a mis pacientes, los límites son el punto de partida para relaciones saludables, empezando por la relación con uno mismo. Son como una manera de cuidarnos, y eso pasa por saber decir "no" en el momento justo, para sentirnos cómodos y respetados.

Al poner límites, estamos cuidando de nuestro bienestar y nos sentimos más seguros. Si te pones a ver, son clave para tener paz y reconocer lo que valemos. Al principio puede que alguna gente de tu entorno se pique cuando pongas tus límites. Pero si te mantienes firme y constante, poco a poco van a aprender a respetarte y dejarán de tratar de cambiar tu forma de pensar.

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