La chef uruguaya Ximena Torres y la psicopedagoga Candela Velazco han sacado "La emoción en la cocina", un libro pa' que los chamaquitos puedan desarrollar sus emociones a través de recetas y colores.
Tú sabes, preparar un plato y que te cambie el ánimo de una vez. La cocina es ese sitio donde uno puede concentrarse en cómo se siente y donde los niños pueden aprender un chin más de ellos mismos. Según Ximena Torres, hablando con la Agencia EFE, "que ese lugar sea concebido como uno en el que la salud mental puede ser ayudada o fomentada está buenísimo".
Candela Velazco también dice que en la cocina se juntan los colores, las emociones y el juego, y que todo eso puede ser parte de un mismo proceso. Las dos se unieron pa' crear "La emoción en la cocina" bajo la editorial Aguaclara. El libro busca que los niños aprendan a reconocer sus emociones mientras gozan cocinando diferentes recetas.
El libro está nominado pa' los 'Gourmand Cookbooks Awards' en Portugal y va a competir en dos categorías, entre ellas Salud Mental. Los colores del libro, como blanco, amarillo, anaranjado, rojo, violeta, azul, verde y negro, se relacionan con emociones como agradecimiento, alegría, ansiedad, miedo, amor, enojo, curiosidad, amistad, tristeza o tranquilidad. Además, tienen recetas como huevos escoceses, frutillas con chocolate, palitos de salmón, arroz Chow Fan o hamburguesas de lentejas.
Candela resalta que el libro es "una herramienta que tiene como objetivo el acercar a los niños a lo que son las emociones, a su propio mundo interno, que sea como algo más que aprender a cocinar; aprender también a conocerse a ellos mismos". Ella también menciona que esto ayuda a los adultos a entender mejor a los niños, a saber cómo se sienten, qué necesitan y cuáles son las emociones con las que más conectan.
Velazco le da importancia a ver a los niños no solo desde un punto de vista racional, sino también desde lo emocional. Dice que "si no damos atención a esa parte también, es como que hay una parte del desarrollo que nos estamos perdiendo".
Ximena Torres explica que, a diferencia de otros libros de cocina para niños que son más para los papás, ellas quisieron "meter a la familia en la cocina", creando el hábito de cocinar juntos en casa. Además, dice que la cocina es un lugar donde los niños no solo se divierten, sino que desarrollan independencia, autosuficiencia y autoestima.
"Muchas veces se habla de los problemas de la crianza. Agarremos lo positivo, por ejemplo, la conversación que está en la mesa, que es acerca de las emociones. Validarlas. A partir de la validación de las emociones lo que queremos es llevar a la familia a la cocina e invitar a que las emociones puedan también ser transformadas en la cocina," subraya.
Y añade: "Que se haya concebido a la cocina como un lugar donde la salud mental puede ser nutrida, puede ser ayudada o puede ser fomentada está buenísimo".
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