Claudio Cataño: "Soy un actor de oficio, solo eso, no quiero ser una celebridad" - ¡El tipo quiere actuar, no ser famoso!

En los Premios Platino, el pana Cataño habló sobre su flow único pa' la actuación y los retos de darle vida a Aureliano Buendía

Cataño, un tigre colombiano de 39 años, no anda en eso de buscar fama con luces y seguidores. Mientras otros se vuelven locos con las redes, él las apaga y se enfoca en lo que de verdad le importa: actuar. Pero claro, interpretar a Aureliano Buendía en la serie de Netflix de Cien años de soledad lo puso en el ojo del huracán.

Este man se llevó el premio a Mejor Interpretación Masculina en los Premios Platino por su papel del coronel. Un personaje enorme que no solo cambió su carrera, sino que le hizo vivir en escena todo el ciclo de una vida, de joven a viejo. "Fue una odisea, un viaje épico. Me permitió explorar cada etapa de un hombre complejo, desde los 20 años hasta el final", dijo cuando le dieron el premio.

Cataño sabía que este rol era grande, no solo por Gabriel García Márquez, sino porque no era de copiar: "Tenía que construir mi propio Aureliano". Y así lo hizo, a su manera.

Aunque lo reconocen, él está claro en que los premios no son lo que define su camino. "Esto es un oficio", dice. "No quiero ser una celebridad, ni aspiro a eso. No porque esté mal, simplemente no sirvo para eso". En un mundo donde todo el mundo está pegado a las redes, él decidió salirse de ese coro. Cerró sus cuentas y se mantiene en lo suyo. "No soy activo en esos puentes digitales que ahora parecen indispensables", comentó.

Pero no está totalmente fuera del mapa, su jeva, la actriz María del Rosario Barreto, comparte un poco de su vida profesional. Desde ahí, la gente puede ver un chin de lo que está haciendo con la serie y su carrera.

La segunda parte de Cien años de soledad cae en Netflix el 11 de diciembre y ahí vuelve a brillar en el papel que le dio fama internacional. "Estoy enfocado en eso ahora. Es un proceso largo, pero muy gratificante", comentó desde Madrid.

En los Platino, el tipo se lo cogió con calma y hasta hizo un chiste. "Ayer jugué fútbol, y aunque soy muy malo, me sentí como un goleador. Me han tratado muy bien. Hoy me subí a un escenario por donde han pasado grandes figuras de nuestra industria. Me siento afortunado. No todo ha sido por mérito: he tenido suerte, y no quiero olvidarlo", reflexionó.

Y no se olvidó de los que ponen el dinero: "No se preocupen, no me he vuelto inaccesible. Mi tarifa sigue siendo razonable. A mí lo que me gusta es trabajar. Todo bien".

Aunque no anda buscando cámaras, Cataño tiene rato en el medio. En 2016 dirigió su primera película, Moria, que también escribió y produjo. Viene de una familia metida en el arte: su papá es cineasta, su abuelo poeta y su tío escritor.

Creció en La Candelaria, Bogotá, con sus abuelos. Lo botaron de varios colegios por su conducta, pero el teatro lo encaminó. Estudió en la Escuela Rubén Di Pietro y ha armado su carrera con disciplina y compromiso.

Su trabajo en Cien años de soledad coincide con el boom de las producciones latinas en streaming. Para él, ser parte de esto es más que un logro, es un honor. "Es una historia que forma parte de nuestra identidad, y estar en ella es un honor enorme", dice.

Aún así, él sigue enfocado en lo que importa: su oficio. "Todo lo que ha llegado lo recibo con gratitud. Pero no quiero perder el centro. Me interesa mi trabajo, ejercerlo con rigor y vivir dignamente de él", recalca.

Mientras se prepara para más rodajes, Cataño reflexiona sobre su camino. Sabe que ha tenido suerte, pero también ha trabajado duro.

No se ve como una estrella comercial ni de moda. Su ambición es otra: contar buenas historias y ser fiel a su ética. Después de la serie, no descarta dirigir o involucrarse en proyectos independientes. "Me interesa seguir explorando desde distintos lugares. Pero siempre desde el oficio", concluye.

Cataño, como su personaje Aureliano Buendía, carga con una historia pesada. Y la lleva con firmeza. Nació el 18 de septiembre de 1985 en Bogotá y desde los 2000 ha estado presente en el cine y la tele colombiana. Debutó en Casados con hijos y ha estado en series como La sucursal del cielo y Mil colmillos. En el cine, ha salido en películas como Nadie sabe para quién trabaja. Fuera de cámara, le mete al boxeo, un interés que nació cuando hizo de boxeador en A mano limpia (2010).

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