Oye, tú no vas a creer lo que está pasando con esa joven, Sudhiksha Konanki, que estaba de visita por aquí. Las cámaras del hotel RIU República la captaron junto a Joshua Steven Riibe, un chamaco de 22 años, mientras iban pa' la playa de madrugada.
Los tigres de aquí, o sea, las autoridades dominicanas, están chequeando todas las cámaras de seguridad de ese hotel y los otros que están cerca en La Altagracia, pa' ver qué es lo que realmente pasó con la tipa. Dicen que la chamaquita, que estudia en la Universidad de Pittsburgh y tiene 20 añitos, es el centro de una investigación bien intensa.
Las imágenes muestran que Konanki iba con Riibe, caminando como panas, pero no se sabe qué pasó después. Andan diciendo que ella se ahogó sin querer, pero el Ministerio Público no descarta otras cosas raras. Como parte del lío, le hicieron un chequeo a Riibe y a otro gringo, Johnson Carter Joseph, que también tiene 22 años. El informe dice que Riibe tenía un rasguño en el brazo, pero Carter Joseph estaba fresquecito, sin un rasguño.
Además, los jefes mandaron a la Policía Cibernética seis celulares pa' que saquen toda la data posible. Entre esos teléfonos está el de Konanki y los de los otros muchachos.
Según lo que dijo Riibe al principio, mientras estaban bañándose, las olas los arrastraron pa' la orilla. El pana dice que se sintió mal, salió del agua y vomitó, perdiendo a Konanki de vista. Pero después cambió el cuento y dijo que se sintió tan mal que subió solo pa' su cuarto. Eso tiene a los investigadores con la mosca detrás de la oreja.
La joven Konanki vino al país con cinco amigas: Raman, Chilakamarri, Shaleen, Shivani y Komal. Ellas se dieron cuenta que la tipa no estaba cuando eran ya las 12 del mediodía y no había vuelto a su habitación. Trataron de llamarla, pero el teléfono lo tenían ellas mismas, lo que las puso más nerviosas. Ahí fue que hablaron con Joshua Riibe, y él les contó lo que había pasado.
Desde hace más de 10 días, la búsqueda de Konanki tiene a to' el mundo en para. Están metidos en eso la policía, los militares, los bomberos, la Defensa Civil y hasta equipos tácticos y de búsqueda acuática en La Altagracia. La Procuraduría, el FBI y la embajada de los Estados Unidos también están metidos buscando cualquier pista pa' saber dónde está la joven.
La investigación sigue a todo vapor con nuevas pruebas forenses y chequeo de los dispositivos electrónicos. Esperan que los exámenes médicos y la data de los celulares den alguna clave sobre lo que pasó esa madrugada cuando vieron a Konanki por última vez.
Las autoridades están cruzando los dedos pa' que las imágenes y los datos digitales aclaren este caso tan misterioso.
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