"Chamaquitos 'ajusticiados' en su propia casa, vainas que dejan a uno 'pasmado'"

Oye, te cuento lo que pasó en el barrio. El lunes 20 de mayo, un chamaquito de dos años, llamado Luis Gabriel Díaz, cogió una pela en Cristo Rey que le costó la vida. La vaina está fea aquí, porque últimamente se oyen muchos casos de carajitos que pierden la vida a manos de su propia gente, tú sabes, los que deberían cuidarlos.

El hogar, que se supone es un sitio pa' querer y proteger, a veces se convierte en un infierno de violencia. El pobre Luis Gabriel, que solo tenía dos añitos, murió a causa de unos golpes que le dieron. Dicen que el responsable es el padrastro, George Bryan Núñez Gil, y ya está preso mientras investigan la vaina. La mamá del niño, Rosa Keyli Díaz Valdez, dijo que el chiquito se cayó y lo llevaron donde la abuela, pero al otro día, ¡pam!, se enteraron que había muerto.

En Villa Verde, La Romana, otro chamaquito de dos años apareció muerto. La mamá, Sobeida María, está detenida porque dicen que fue ella la que lo hizo. Ella misma confesó que escuchó una voz que le decía que se matara o matara al niño. El papá, Carlos Manuel Félix, dijo que salió a trabajar y cuando volvió, se encontró con la tragedia.

Otro caso que tiene a la gente en shock es el de Carlos Daniel Díaz Peña, de dos años también. Sus familiares dicen que el niño tenía quemaduras y golpes por todo el cuerpo. Pero no siempre es la familia, como con Ángel José Mercedes Mora, de nueve años, que lo raptaron, violaron y mataron. El Viernes Santo, mientras la gente estaba en misa, su mamá Gardenia Mora lo buscaba desesperada. El sospechoso, Jesús Alberto Camacho Decena, está cumpliendo prisión preventiva.

En San Francisco de Macorís, Eddy de Jesús Camarena se volvió loco y mató a su hija de cuatro años, hirió a su esposa y a otra hija, y también mató a su propia madre. Dice que fue un "espíritu maligno" que lo hizo hacer eso, y ahora está cumpliendo prisión.

Y para colmo, en Los Trinitarios, Santo Domingo Este, una niña de seis años fue asesinada por Ana García, quien dijo que obedecía una "orden divina". A ella le dieron un año de prisión preventiva.

Pa' rematar, el 6 de mayo, en La Altagracia, condenaron a 30 años a Carmen Jiménez por matar a su sobrino de ocho años con una crueldad increíble. El niño tenía 147 heridas, había perdido seis dientes y sufrió un shock hemorrágico. ¡Qué barbaridad!

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