La cantante Lucrecia, que en España fue la dura del coro para pila de chamaquitos con los “Lunnis” de la tele, tiene un trayecto larguísimo en la música, con 11 discos de estudio y otros haciendo coro con los tigueres más rankeaos de la música latina. Siempre tiene una vibra positiva, aunque la cosa se ponga difícil, como ella misma dice: "esa vitalidad y alegría que la gente me refiere es innata". Y mira sus trencitas de colores, que siempre la delatan.
Lucrecia, la dura de varias generaciones de muchachos con los “Lunnis”, tiene más de 30 años rompiendo en la música, con 11 discos de estudio y colaboraciones con los más pegados de la música latina. Su último disco, "De mil maneras" (2021), ahora se une a un homenaje a Antonio Machín, "Lucrecía canta a Machín".
Esta mujer puso de moda su peinado en España, pero para ella era más que moda, era su amuleto. Todos la conocen por Lucrecia, pero su nombre completo es Lucrecia Pérez Sáez, nacida en La Habana en 1967. También es compositora, graduada en música y piano. Ha ganado premios como el Premio de la Música, estuvo nominada a los Grammy Latinos y ganó un Grammy americano por "The last mambo".
P: En Cuba te tienen en lista negra por la música que hiciste para “Balseros”, un documental que le tiró a los Castro y fue nominado a los Óscar en 2004.
R: Así es. ¡Ay mi Cuba querida! Llevamos tanto tiempo así… el pueblo cubano está aguantando mucho. ¿Qué te puedo decir? Espero que sea verdad que “no hay mal que cien años no dure". También soy la primera mujer cubana que llegó a los Óscar, nominada como mejor compositora por “Balseros” y eso es un honor.
P: Llegaste a España en el 93, a Barcelona, y luego te hiciste súper famosa con el programa de los Lunnis...
R: Los Lunnis fue una movida de Televisión Española para meter a una cantante cubana en un programa pa’ los chamaquitos y gracias a eso salió ese programa que se pegó duro. Aquí me conocen por la tele, por la que hablaba con muñecos (ríe), pero en América me conocen por mis conciertos y mi música.
P: Once discos en solitario y un sinfín de colaboraciones, además presentadora infantil…
R: Yo mezclaba mis conciertos en Miami y América Latina con los programas de tele en España. Allá no saben que soy presentadora. Pero la música siempre va primero, y en otoño me voy pa’ América.
P: ¿Por qué te quedaste en España y no en otro lado? ¿Fue por amor?
R: No. (Hace una pausa) Fue porque me detectaron cáncer de mama y me quedé para curarme aquí. Así fue. Pero mira, de eso salió “Mi gente”, lo escribí en ese tiempo y me dieron un premio por eso, y al final me recuperé.
P: Eso no se supo, el cáncer era un tema tabú.
R: No se supo, lo llevé calladita. Me daba miedo hablar de eso, me ponía mal. Me restaba positividad, me quitaba todo.
P: No hay mal que por bien no venga…
R: Exacto. Las cosas son así a veces. Pero es verdad, antes no se hablaba del cáncer, se ocultaba porque podías perder oportunidades o te tenían lástima.
Después, “Balseros” lo compuse embarazada y cuando tuve a mi hijo, eso fue mi bendición, ¡mi vida!, porque me dijeron que quizás no podría tener hijos. Y mira, ¡qué felicidad!.
P: Entre Machín y tú, ambos cubanos en España, hay coincidencias.
R: Sí, hay cosas parecidas. Isolina Carrillo, que escribió “Dos gardenias”, fue mi maestra. Yo era pianista, pero ella quería que yo cantara. Me decía que Cuba no podía perder una gran voz. (risas)
P: Buena alumna, le hiciste caso.
R: Y me dio un gran consejo: “Luchi, tú sé lo que eres, sé tú misma”.
P: Otra maestra y amiga tuya, Celia Cruz. ¿En qué crees que te pareces?
R: En la sencillez, la constancia, y en transmitir alegría de vivir. Hay muchas razones para sonreír cada día.
P: Sobre los altibajos en las carreras de los artistas...
R: Todos los tienen. Cuando saqué “Mi gente”, fue un éxito, pero coincidió con los “Triunfitos” y el boom de ese programa. Pero bueno, al menos había programas de música, ahora no hay. Agradezco todo lo que tengo detrás, el equipo.
P: Además de discos, hiciste música para niños.
R: Sí, grabé como 60 canciones para los niños y sus familias. También escribí cuentos para ellos.
P: ¿Tú dices que todo se logra con...?
R: Con constancia, siendo positivo y con respeto. Además del talento que uno tenga. Cuando hay tanta belleza, eso debe motivarnos e inspirarnos.
P: ¿Cómo te mantienes?
R: Me cuido mucho, bebo agua, hablo bajito para cuidar la voz. Pero la paz interior, eso es lo que da felicidad. Río mucho, estoy enamorada de la vida, cómo no.
P: Así nacieron los Premios Alegría de Vivir. ¿Cómo los creaste?
R: Los creé después de tantas crisis, en 2013, para reconocer a personas y entidades por su espíritu positivo. Siempre hay motivos para la alegría, enfocarse en lo positivo ayuda.
P: ¿Qué te falta hacer como artista?
R: ¡Quiero hacerlo todo! (ríe) Cuando Sergi Vilas me llamó en 2021 para el homenaje a Machín, me emocioné. Pero llegó la pandemia y todo se paró. Al final, lo que iba a ser una canción se convirtió en un disco que salió en septiembre. Le doy gracias por confiar en mí.
P: El disco tiene una imagen muy cuidada, un aire de “nuestro ayer” (Machín) junto a "nuestro hoy", una Lucrecia poderosa y glamurosa...
R: Claro, la estética es importante. Me encanta arreglarme y vestir bien en el escenario, es un respeto al público y la música. Me viste Juan Carlos Mesa, me encantan sus diseños.
P: ¿Un género en especial?
R: Me encanta interpretar todos. Quizás el son cubano o el bolero... por decir uno; pero muchacha, ¡todos! La gente quiere que los goce. ¡Ya tú sabes!
Ver todo