El regreso de Enrique Bunbury a los escenarios ha sido un lío. En su presentación en el Coliseo Rumiñahui de Quito, Ecuador, como parte de su gira Huracán Ambulante Tour, el pana se calentó y paró el show pa' decirle a un tigre del público que dejara de estar grabando todo el tiempo con el celular.
"Todo el rato con la puta cámara grabando todo el puto concierto", explotó el exlíder de Héroes del Silencio, claramente quillao. La vaina pasó cuando Bunbury, que tiene 57 años, se dio cuenta de que alguien en primera fila no soltaba el celular, y eso lo desconcentró en una canción que, según él, es bien intensa. "Siento haber tenido que parar la canción, porque esta es una canción en la que tenemos que estar concentrados", explicó.
El tipo no se quedó callao. Frente a un público que no sabía qué pensar, agregó: "Entiendo la locura a la que hemos llegado, lo entiendo perfectamente. Pero si estás en primera fila, seguro que hay mucha gente que le gustaría estar ahí disfrutando, utilizando las manos para algo más que para tener un puto apéndice tecnológico".
Después del show, Bunbury no volvió a cantar la canción que paró y siguió con el próximo tema, dejando claro que estaba frustrado. "A mí me ha quitado totalmente la concentración", soltó, y siguió con el concierto.
Bunbury, que tuvo que dejar los escenarios por un tiempo en 2022 por problemas de garganta, ha vuelto este año con una gira cortica de solo 15 conciertos. Desde antes de empezar el tour, él había dicho que quería que cada presentación fuera especial, y hasta le pidió a su público: "Una petición, si hace falta de rodillas: limiten el uso de los celulares y vivan la experiencia, no se arrepentirán".
Lo que pasó en Quito, más allá del pique, dejó claro que el cantante quiere mantener esa conexión directa con su público, algo que, según él, se pierde con tanta pantalla por ahí.
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