Buckaroo Banzai: "genio, héroe e ícono de lo inclasificable" en buen dominicano

Con el tiempo, esa película se ha vuelto un clásico de culto con un legado bien peculiar. En el 84, películas como "Indiana Jones and the Temple of Doom", "Ghostbusters", "Terminator", "Karate Kid" y "Star Trek III: The Search for Spock" eran los éxitos del momento, pero eso no impidió que "The Adventures of Buckaroo Banzai Across the 8th Dimension" se destacara como una rara avis.

Entre tantos taquillazos, esta película de ciencia ficción, aventura, comedia y drama no hizo mucho en la taquilla, pero con el tiempo se ganó su título de clásica de culto. El protagonista es un bacano que es neurocirujano, estrella de rock, vaquero, piloto de pruebas, samurái y salvador del mundo. La película es tan rara como encantadora.

Bajo la dirección de W. D. Richter y el guion de Earl Mac Rauch, esta peli es difícil de encasillar. En sus 103 minutos se mezclan ciencia ficción, aventura, romance, comedia absurda y referencias pop ochenteras. Esa mezcla única, lejos de marear, ofrece una experiencia fresca que rompe con las fórmulas de siempre.

Desde el principio, uno se encuentra con un mundo donde lo surrealista y lo coherente van de la mano. La historia sigue a Buckaroo Banzai (Peter Weller), un "hombre del Renacimiento moderno" que debe parar una invasión interdimensional liderada por el loco Dr. Emilio Lizardo (John Lithgow), alias Lord John Whorfin. El Impulsor de Oscilación es la clave, permitiendo cruzar materia sólida y abrir la puerta a la octava dimensión.

Para enfrentar a estos enemigos extraños, Buckaroo cuenta con su equipo, los Caballeros de Hong Kong, un grupo ecléctico de gente rara y dura en ingeniería, neurociencia, moda y música.

La producción de esta película fue tan rara como la historia que contaba. Por ejemplo, el primer director de fotografía, Jordan Cronenweth ("Blade Runner"), tenía una visión visual rica en texturas y color, pero fue cambiado por Fred J. Koenekamp, alterando el estilo visual. Aun así, escenas de Cronenweth, como el club nocturno, quedaron en la edición final.

El look de Buckaroo y sus Cavaliers fue obra de la diseñadora Aggie Guerard Rodgers, usando chaquetas, trajes y corbatas de Gianni Versace, Perry Ellis y Giorgio Armani. Richter y el diseñador de producción, J. Michael Riva, querían naves espaciales que no fueran de metal, sino más orgánicas, como una concha de ostra. Según Richter, "el mundo real parece destartalado, porque la gente repara constantemente todo lo que le rodea."

El guion fue todo un proceso. Earl Mac Rauch hizo varias versiones antes de consolidarlo, inspirado en los pulps de los 30 y pelis de kung fu de los 70.

El elenco de esta producción es una alineación de futuras leyendas del cine (tres de ellos terminaron siendo nominados al Óscar), incluyendo a Peter Weller (Buckaroo), Ellen Barkin, John Lithgow, Jeff Goldblum, Christopher Lloyd y Clancy Brown. Los personajes brillan gracias a la química del elenco y la excentricidad del guion.

Esa libertad de interpretación se nota en detalles como el acento inventado por Lithgow para Lizardo, una mezcla de italiano y marciano que hacía reír a sus compañeros de escena.

La película fue un fracaso en taquilla, recuperando menos de la mitad de su presupuesto. Sin embargo, su relanzamiento en VHS y cable, junto con una narrativa llena de frases memorables ("Donde quiera que vayas, ahí estás"), ayudó a su culto.

El AFI la incluyó entre las 500 nominadas a las 100 películas estadounidenses más divertidas. Críticos como Pauline Kael y Vincent Canby la elogiaron por su humor e ingenio, aunque otros se sintieron perdidos por su complejidad.

Aunque la secuela prometida ("Buckaroo Banzai vs. The World Crime League") nunca se filmó, el personaje de Buckaroo siguió evolucionando en cómics de Marvel y Moonstone Books, una novela publicada en 2021 y adaptaciones para televisión que nunca se concretaron.

La influencia de Buckaroo llega hasta "Ready Player One", donde el protagonista se disfraza como él. Su mitología, con ecos de Doc Savage, sigue viva en la memoria de fans y creadores.

"The Adventures of Buckaroo Banzai Across the 8th Dimension" no fue un éxito inmediato, pero eso no impidió que se convirtiera en un referente para la cultura geek. Su valentía para ser diferente, su elenco brillante y su guion original la han convertido en un ícono perdurable. Buckaroo no solo cruzó la octava dimensión, también trascendió su época.

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