El artista fue uno de esos tigueres más brillantes de la historia del pop. El tipo llegó a la cima con melodías que son verdaderas joyas, pero en el camino pasó por un tro de líos y desgracias. Eso fue lo que vivió Brian Wilson, el capo de The Beach Boys y uno de los duros de la música del siglo XX, que se fue de este mundo este miércoles a los 82 años.
Wilson, el cerebro detrás de tesoros como "God Only Knows" y "Good Vibrations", y el arquitecto de la obra maestra "Pet Sounds" (1966), dejó su huella en el pop llevándolo a terrenos más complicados. Fue una inspiración clave pa' muchos artistas, incluyendo a The Beatles, que le deben una buena parte de su creatividad para "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" (1967).
"Estamos devastados por tener que anunciar que nuestro amado padre Brian Wilson ha muerto. Nos faltan las palabras en este momento", dijo su familia en X, anunciando su muerte sin dar más detalles.
Aunque el hombre nació en Inglewood en 1942, su vida y los inicios de The Beach Boys en los 60 están ligados a otra ciudad de California: Hawthorne. Ahí fue donde arrancaron a tocar los tres hermanos Wilson (Brian, Dennis y Carl), su primo Mike Love y Al Jardine.
En esos primeros años de los 60, The Beach Boys lo estaban rompiendo. Su pop lleno de vida, con coros fabulosos y un toque sexy -bien medido pero con el picante justo- pegó fuerte con éxitos como "Surfin' U.S.A.", "Barbara Ann" y "I Get Around".
Wilson y su combo siempre estaban sonriendo, siempre parecían relajados, como que la vida les sabía a gloria. Le daban a los fans una fantasía irresistible: un verano eterno en una California de amores de playa, carros, chicas, fiestas de surfistas y puro goce juvenil, donde el sol nunca se escondía. ¿Quién no quiere vivir eso?
Pero para Wilson, ese éxito no fue suficiente. Tímido y frágil, con una personalidad complicada que muchos aprovecharon a lo largo de su vida, el músico dejó de viajar con la banda después de un ataque de pánico en un avión y se encerró en un estudio en enero de 1966 para dejar que su talento fluyera.
Peter Ames Carlin describió en "Catch a Wave" (2006), biografía de The Beach Boys, un momento clave en la creación de "Pet Sounds": la primera vez que Wilson oyó "Rubber Soul" (1965) de The Beatles. "¡Un álbum completo sólo con buen material!", dijo emocionado. En vez de singles sueltos o discos con canciones de relleno, los de Liverpool habían hecho una obra madura y consistente.
"Marilyn -le dijo a su mujer-, voy a hacer el mejor disco, el mejor disco de rock que jamás se ha hecho".
Dejando atrás el sonido juvenil y alegre de los primeros The Beach Boys, Wilson se sacó de la manga una obra maestra de pop sofisticado, una cumbre melódica que mezclaba una orquesta colorida, ya rozando la psicodelia, con las armonías vocales perfectas del grupo.
En "Pet Sounds" no había mucho del verano eterno de The Beach Boys. Era un disco melancólico, complejo y agridulce: un disco adulto. Wilson ya no le ponía música a las olas y el sol, sino al atardecer, cuando las hogueras se apagan, la música se calla y los sueños ya no son lo que parecían.
"Wouldn't It Be Nice" hablaba de una pareja deseando casarse y vivir juntos, mientras "I'm Waiting For The Day" narraba la historia dolorosa de una chica que acaba de romper con su pareja y un chico dispuesto a esperarla hasta "el día que pudiera volver a amar".
"God Only Knows", un llanto inolvidable de romance y lirismo, resumió todos los logros de Wilson en este disco. Poco después sacaron otro single brutal como "Good Vibrations", que iba a preceder a otro álbum ambicioso como "Smile" junto a su fiel colaborador Van Dyke Parks. Pero ahí fue cuando todo se complicó.
Los problemas mentales y depresiones de Wilson, sus adicciones y una grabación interminable hicieron que "Smile" se cancelara. Se convirtió en un disco maldito del que décadas después se ofrecieron fragmentos, reinterpretaciones y versiones en directo que alimentaron su leyenda.
Parecía que The Beach Boys iban a comerse el mundo después de "Pet Sounds", pero entonces vino el declive justo cuando la contracultura de los años 60 empezaba a transformar EE.UU.
Una de las figuras más turbias en la vida de Wilson fue el psicólogo Eugene Landy, que trató de controlar cada aspecto de su vida hasta que en 2006 le prohibieron todo contacto con él. También sufrió maltrato de su padre y se sintió utilizado por su entorno, especialmente por su compañero de banda Mike Love.
"Love & Mercy" (2014), la película con Paul Dano interpretando a Wilson, mostró la complicada relación de Landy con el músico y la creación de "Pet Sounds". También su trayectoria fue explorada en documentales como "Brian Wilson: I Just Wasn't Made for These Times" (1995) o "Brian Wilson: Long Promised Road" (2001).
Después de un periodo largo y oscuro, Wilson regresó con su primer álbum en solitario en 1988, titulado "Brian Wilson" y con "Love & Mercy" como single.
En la última etapa de su carrera, volvió con frecuencia a The Beach Boys, ya fuera con una reunión puntual o reviviendo por su cuenta, en vivo o en disco, aquellas canciones memorables que lo llevaron al olimpo del pop.
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