La película se mete de lleno en cómo le afectó la pérdida de su mai en su juventud y la relación lejana con su pai. Bono, el cantante de U2, ha sacado una vaina bien personal pa' la pantalla sobre la muerte, el silencio y cómo uno se reconstruye. Su documental "Bono: Stories of Surrender" se presentó en el Festival de Cannes bajo la dirección de Andrew Dominik, y se basa en el show que él hizo solo en 2023 en Nueva York.
El superastro del rock irlandés, Bono, cuyo nombre de pila es Paul Hewson, se quedó sin su mai Iris a los 14 años. En su familia, nunca se habló de eso. Como él mismo dijo en una entrevista con Deadline, su pai nunca volvió a mencionarla. "No le guardo rencor, pero no creo que sea una buena estrategia", comentó.
Pa' él, ese silencio dejó sus secuelas: "Cuando hablas de alguien que ya no está, de alguna manera lo mantienes vivo. De lo contrario, se pierden los recuerdos".
La cosa con su pai, Bob Hewson, fue complicada y distante. En vez de hablar, lo que hubo fueron años de silencios, emociones guardadas y pocos gestos de cariño. De los pocos momentos en que se sintió cerca fue después de un concierto en Texas, cuando su pai le dijo: "Eres muy profesional". Ese comentario corto fue importante para Bono. "Probablemente fue el único cumplido que necesitaba escuchar", dijo.
El documental también muestra cómo la muerte de su pai afectó su música. "Cuando mi padre murió, sentí que me dejó un tono de voz nuevo. Empecé a cantar de verdad", explicó. Antes, según él, su canto era más como un grito de desahogo que una técnica consciente.
Dominik le pidió que fuera totalmente sincero frente a la cámara. Bono dijo que una de las escenas más difíciles fue la despedida simbólica a su pai: tuvieron que grabarla cinco veces en un solo día. "La cámara es un detector de mentiras, me decía Andrew", recordó.
Más allá de contar su vida, "Bono: Stories of Surrender" invita a reflexionar sobre el espacio que ocupa el duelo en nuestra memoria. Bono dice que el dolor no se va, sino que se transforma. "El duelo no tiene fin. Así es como sabemos que el amor tampoco", declaró. Para él, recordar, por más que duela, es necesario para que su historia no se pierda.
El documental no pinta a los protagonistas como perfectos ni esconde los vacíos emocionales. Más bien, muestra lo difícil que es crear lazos cuando mostrar emociones se ve como debilidad. "Estar presente para los hijos es fundamental, pero sin volverse inaccesible. Hay fortaleza también en la vulnerabilidad. Eso fue algo que mi padre nunca logró mostrar", reflexionó.
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