Arzobispo de Santiago pide "paz entre Irán e Israel" en misa de Corpus Christi

El arzobispo dice que no tiene sentido estar en misa si no se hace nada por las injusticias

En un mensaje fuerte por la paz mundial, el arzobispo de Santiago, monseñor Héctor Rafael Rodríguez, pidió que se ore para que se acabe la pelea entre Irán e Israel. Esto lo dijo durante la misa de Corpus Christi en el Estadio Cibao.

"Oremos por la paz entre Israel e Irán. Es una verdadera miseria", dijo el arzobispo frente a un montón de gente. Comparó la guerra con lo que hizo Melquisedec en la Biblia: "Melquisedec salió al encuentro de Abraham con pan y vino, no con una ametralladora ni un misil".

El mensaje de él fue sobre cómo la Eucaristía es para unirnos, reconciliarnos y comprometernos con la sociedad. Esto lo dijo después de una procesión solemne que salió desde la Catedral Santiago Apóstol el Mayor.

Monseñor Rodríguez dijo que este misterio de fe nos pide que no nos quedemos tranquilos, sino que hagamos cosas justas, con compasión y solidaridad. "Cristo no se queda solamente en la custodia para que lo admiremos a distancia; su presencia eucarística nos mira y también nos pregunta: ¿Dónde están mis hermanos hambrientos? ¿Dónde están los migrantes despreciados, las familias sin techo y los jóvenes desorientados?", dijo con énfasis.

El arzobispo criticó que no tiene sentido celebrar la misa si ignoramos las injusticias. "No tiene sentido comulgar con Cristo si cerramos el corazón a los que sufren. Celebrar la misa y ser injusto es traicionar el altar. Amar la hostia consagrada y no amar a Cristo roto en los descartados es una incoherencia grave", dijo.

El día empezó a las 7:00 de la mañana con una procesión desde la Catedral hasta el Estadio Cibao, donde la misa fue a las 9:00 de la mañana, como parte del calendario católico en el Año Jubilar "Peregrino de Esperanza". Durante el recorrido, mucha gente mostró su fe y respeto.

"Mucho respeto con mucha alegría cuando pasábamos; hasta niños de rodillas clamaban: ´¡Viva Jesús Sacramentado!´", contó emocionado el arzobispo.

En su mensaje, monseñor recordó que la Eucaristía es para vivir unidos y ser un regalo para los demás. "Dios no se quedó en las alturas, sino que se hizo pan para caminar con nosotros y alimentar nuestras hambres más profundas", dijo.

Entre los presentes estaban la gobernadora Rosa Santos, el alcalde Ulises Rodríguez, y el general Juan Bautista Jiménez Reynoso, junto a líderes de la iglesia y de la comunidad.

La celebración tuvo música del Coro Arquidiocesano de Santiago, dirigido por Alejandro Delgado, en un ambiente de recogimiento espiritual.

Al terminar su mensaje, monseñor Rodríguez pidió que la Eucaristía no se quede solo en rituales, sino que cambie vidas y comunidades, "que nuestras parroquias sean mesas abiertas donde todos encuentren pan, dignidad, ternura y respeto. Porque una Iglesia Eucarística es también una Iglesia cercana, sencilla y solidaria".

"La Eucaristía nos transforma, nos sacude y nos envía. Que al recibir el cuerpo de Cristo, renovemos nuestro compromiso de ser presencia viva de Cristo en un mundo hambriento de justicia, de compasión y de paz", proclamó el arzobispo.

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