Han pasado 74 días desde que el chamaquito Roldanis Calderón, de solo tres años, se desapareció sin dejar rastro mientras jugaba en el patio de la casa de su tía, allá en Los Tablones, Manabao, Jarabacoa, en la provincia La Vega.
Desde ese día, la familia está viviendo un infierno, agarrándose de la esperanza y la fe, mientras las autoridades no dicen na' de cómo va la investigación, si es que han avanzado en algo.
Dicen los que estaban allí que esa tarde del domingo 30 de marzo todo iba normal en la casa, que está cerca del Parque Nacional J. Armando Bermúdez, rodeada de matas y un río. Roldanis estaba jugando con otros muchachitos, y de repente, desapareció.
"Estamos seguros de que a él se lo robaron", dice con voz firme su papá, Efraín Nicolás Calderón, que no pierde la fe de volver a ver a su hijo.
Él está entre el dolor y la frustración por la falta de respuestas.
Desde ese domingo, se armó tremenda búsqueda con la Policía, los soldados, el Ministerio Público, la Defensa Civil y un reguero de voluntarios. Hasta usaron perros y tecnología.
Buscaron en otras provincias también, pero no han encontrado ni una pista que les diga dónde está el niño.
Los padres y todos los adultos que estaban en la casa han sido interrogados varias veces.
Las autoridades no han soltado prenda sobre la investigación. Ese silencio solo le ha aumentado la desesperación a la familia, que clama por alguna información.
"Lo que más duele es no saber nada. Que pasen los días y no tengamos noticias", confiesa alguien cercano.
La historia de Roldanis ha tocado el corazón de la comunidad de Jarabacoa y de mucha gente en el país. En las redes, vecinos y gente solidaria siguen compartiendo su foto, con la esperanza de que alguien, en algún lugar, sepa algo de él.
Incluso, un allegado a la familia ofreció una recompensa de un millón de pesos a quien dé información que les lleve al niño.
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