Familiares denuncian truquitos pa' soltar al agresor y piden justicia
El viernes 18 de abril, Angelito, un carajito de 9 años, estaba en la azotea de su casa jugando tranquilo con sus hermanitos y panas. Su mamá, Gardenia, estaba doblando ropa recién lavada, sin imaginarse que cuando se volteara, Angelito ya no iba a estar ahí.
Cuando se dio cuenta de que el niño no estaba, Gardenia salió corriendo por el barrio, gritando su nombre a todo pulmón. Buscó en hospitales, parques, y al no encontrar ni una pista, se fue directo pa' la Policía a poner la denuncia de que el muchachito se había perdido.
La abuela, que no quiso dar su nombre, lo recuerda como "un niño especial, lleno de ternura y siempre dispuesto a compartir una sonrisa".
Con la voz quebrada, contó que toda la familia se unió pa' buscarlo por cada rincón, desde los patios de los vecinos hasta un Pica Pollo cerca de su casa, donde alguien dijo que lo había visto.
La familia quiso ver las cámaras de seguridad, pero la Policía les dijo que el negocio estaba cerrado y que había que esperar hasta el otro día pa' poder ver los videos, lo que les bajó aún más las esperanzas de encontrarlo con vida.
Unos días después, las cámaras de seguridad captaron al sospechoso, Jesús Alberto Camacho Decena, de 31 años, compartiendo comida con Angelito y luego montándose juntos en una pasola negra.
Después de que lo agarraron, Camacho Decena confesó que había raptado al niño, llevándolo a un río entre Asise y Montaño, donde lo violó y lo mató.
Con la guía del propio culpable, la Policía encontró el cuerpo sin vida de Angelito.
Camacho Decena está preso mientras el Ministerio Público prepara la acusación por "secuestrar, violar y matar".
La familia del niño pide justicia y que revisen cómo se manejan las denuncias, porque dicen que el agresor ya había estado preso antes por algo parecido.
También dijeron que están tratando de hacer pasar al detenido como loco y con demencia pa' dejarlo suelto.
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